Cuando estás en una posición de liderazgo, es indispensable contar con el respeto de las personas que trabajan en tu equipo. Sin embargo, éste no se da de manera gratuita, hay que ganárselo a pulso. Además, puede que tu equipo admire tu inteligencia, tus hábitos laborales y hasta tu capacidad para lograr acuerdos, pero el verdadero respeto es mucho más que eso.