En el trabajo, es muy común que dentro del entorno laboral se comercie con unos cuantos compañeros de forma discreta, o con un número considerable de colegas siendo totalmente público. Es posible encontrarte con Marthita, la de los dulces; Juanito, el que organiza las tandas; Isabel, la de los catálogos; Pedrito, el de las quinielas, entre otros. ¿Es bueno, malo, intrascendente? Depende.