Samsung sigue siendo uno de los principales fabricantes de teléfonos inteligentes en el mundo hoy, pero el crecimiento de ese negocio se está desacelerando y los márgenes se están reduciendo. Para contrarrestar esos vientos en contra, Samsung se está inclinando cada vez más hacia su negocio de chips, que sigue siendo un inusual punto brillante en la empresa, uno cada vez más rentable.