Mucha gente comete el error de pensar que ser “agradable” es nato y corresponde a la suerte, cuando en realidad, serlo, está bajo tu control y se trata de inteligencia emocional. Un estudio realizado por la UCLA evaluó al menos 500 descripciones de personas basadas en su percepción de simpatía.
Las más destacadas nada tuvieron que ver con ser sociable, inteligente o atractivo. En realidad las características que más se repitieron fueron sinceridad, transparencia y empatía.
TalentSmart realizó una investigación a mas de un millón de personas y demostró que aquellos que reúnen este tipo de características no sólo son más agradables, sino que también sobresalen de aquellos que no lo son (y por mucho).
El ser simpático es tan poderoso que incluso tiene que ver con tu rendimiento. Un estudio de Universidad de Massachusetts encontró que directivos estaban dispuestos a aceptar el argumento sin pruebas de un auditor si él era agradable y Jack Zanger descubrió que solo 1 de 2,000 líderes (no gratos) es considerado efectivo
1. Presumir lo humilde que eres.
Todos conocemos a esas personas que les encanta presumir de ellos mismos detrás de la máscara del autodesprecio. Por ejemplo, aquella que se burla de sí misma por ser “nerd” cuando en realidad quiere toda la atención. Lo mismo sucede con aquellos que se mofan de ellos mismos por tener una dieta estricta.
Mientras mucha gente cree que autocriticarse oculta su presunción, todos nos damos cuenta de ello y esto hace la acción aún más frustrante porque no sólo están presumiendo, también buscan engañar.
2. Ser demasiado serio.
Es fácil para la gente apasionada parecer muy serio o no interesado porque tienden a ser absorbidos en su trabajo, pero ese no es pretexto. La gente agradable balancea su pasión por el trabajo con la habilidad de divertirse pues son socialmente efectivos en algunas partes del día y también capitalizan los momentos valiosos.
¿Cómo? Concentrándose en tener interacciones reales con sus compañeros y a la vez recordando lo que éstos comentaron anteriormente demostrando que no sólo te importa tu trabajo.
3. No hacer las preguntas necesarias.
El error más grande que la mayoría de la gente comete en una conversación es estar demasiado enfocada en lo que dirán después o cómo lo que el otro está diciendo les afectará. Por lo que están perdiendo el verdadero significado de las cosas).
Una manera simple de evadir esto es preguntando. A la gente le gusta saber que está siendo escuchada y cuestionar demostrará no solo que estás escuchando, sino que también te importa lo que la otra persona está diciendo.
Te sorprenderá cuánto respeto y apreciación ganarás sólo por hacer preguntas.
4. Tener arranques emocionales.
Mi compañía provee retroalimentación de las evaluaciones por lo que conocemos muchos casos de personas aventando cosas, gritando y llorando. Un arranque de ira demuestra la poca inteligencia emocional que tienes. En cuanto demuestres ese nivel de inestabilidad, las personas preguntarán si eres de confiar y capaz de mantenerte estable. Explotar a alguien, sin importar la razón que tengas, da como resultado mucha negatividad y serás catalogado como alguien inestable, inaccesible e intimidante.
Controlar tus emociones te mantiene al mando. Si lo logras hacer con gente que te está reclamando algo, el que se verá mejor serás tú.
5. Checar tu celular.
Nada desmotiva más en una conversación que una persona viendo su celular. Cuando estés en una charla enfoca toda tu energía en lo que te están contando. Además de disfrutar la plática notarás lo efectiva que puede ser cuando realmente te envuelves en ella.
6. Hacerte el conocedor de gente.
Es increíble poder conocer gente importante e interesante, pero utilizar cada conversación como oportunidad para soltar nombres de conocidos es pretencioso y algo tonto. Como en el punto número uno, esto hará que te veas como alguien inseguro que está demasiado preocupado por lo que los demás piensen de ti.
Además esto abarata tu oferta ya que cuando conectas lo que sabes solamente con las personas que conoces (en lugar de hacerlo con lo que tú piensas) las conversaciones pierden su color. Date cuenta, la gente está en contra de aquellos que están desesperados por atención. Ser amigable y considerado es todo lo que se necesita para ganarte a la gente.
Las personas estarán mucho más atentas a ti si hablas con confianza en ti mismo que si intentando demostrar lo importante que eres. La real atracción se da por la actitud correcta no por las personas que conoces.
7. Chismear.
La gente se ve horrible cuando está criticando. Hablar de las fechorías o desgracias de los demás puede llegar a lastimar a alguien si se entera. Y aunque no, hacerlo siempre te hará ver mal.
8. Tener mente cerrada.
Si quieres ser agradable, necesitas tener la mente abierta para que los demás te sientan accesible e interesante. Nadie quiere tener una conversación con alguien que tiene una opinión ya formada y que no está dispuesto a escuchar. Tener mente abierta es crucial en el lugar de trabajo pues significa tener acceso a nuevas ideas.
Para eliminar cualquier clase de prejuicio necesitamos aprender a ver la vida a través de los ojos de los demás. Esto no significa que tengas que creer en lo que los demás piensan, solamente significa que decidiste ignorar los prejuicios y entender qué es lo que realmente hace comportarse a las personas de esa manera.
9. Compartir demasiado en tan poco tiempo.
El tener que conocer gente requiere de mucha información así que yen cuidado de compartir problemas y confesiones personales tan rápido. La gente agradable deja que la otra persona guíe la conversación hasta cuando y dónde la otra persona se quiera abrir.
Velo de esta manera: Si llegas demasiado rápido a la parte fuerte de tu vida sin todavía saber nada de la otra persona, estás mandando un mensaje de de egoísmo.
10. Compartir mucho en redes sociales.
Estudios han demostrado que las personas que dan a conocer demasiadas cosas en sus redes sociales lo hacen porque buscan aceptación, pero Pew Research Center ha revelado que esta acción va contra ellos pues solo logra el desagrado de los demás.
Esta acción puede representar ser una forma importante de expresión, siempre y cuando se maneje de manera inteligente y con autocontrol. Hacer saber a los demás qué fue lo que desayunaste, comiste y cenaste o cuántas veces sacaste a pasear a tu mascota, te perjudicará mas de lo que te ayudará.
Cuando te des cuenta de cómo tus acciones han sido recibidas por las otras personas estás dirigiéndote a ser una persona más agradable.
Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/279309 / Por: Travis Bradberry
Publicado por: TuDecides.com.mx
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