(CNNExpansión) Las estrategias son elementos importantes para que las organizaciones funcionen de manera óptima, no solo porque sirven como guía para toda acción, sino porque una de sus principales contribuciones es ofrecer una solución a la empresa antes de que exista una complicación; es decir, se utilizan para prevenir dificultades y adelantarse a ellas, con soluciones, alternativas y planes de contingencia para prevenir o reducir posibles daños.
Igual que en la vida personal, la mayoría de las eventualidades que están fuera de control se pueden minimizar si estás preparada.
La importancia de la gestión estratégica está vinculada directamente con los resultados; es la búsqueda consciente de un plan de acción que desarrolle y acentúe las ventajas competitivas. Dicha gestión debe articular todas las potencialidades de la empresa, de forma que cada acción coordinada sea una contribución para el logro de objetivos.
Muchas de las dificultades que las organizaciones enfrentan no se deben a que surgió un problema como tal, a veces se presentan como parte de una evolución o un cambio en las prácticas empresariales, modelos de negocios o procedimientos corporativos.
Creando alternativas y posibles soluciones para los implicados se pueda sacar provecho de lo que sucede. En el mundo contemporáneo, es importante prepararse para lo que vendrá.
¿Qué componentes básicos dan forma a una buena estrategia?
Una estrategia exitosa se basa en cuatro elementos: misión, valores, visión y propuesta de valor, cada uno de ellos muy definidos. Si bien dichos puntos no son ninguna novedad, es sorprendente que muchas empresas no los tomen en cuenta al momento de implementar una estrategia. Si se presta atención a líderes y al funcionamiento de las organizaciones exitosas, se llega a la conclusión de que todos ellos tienen una estrategia que se sostiene mediante estos cuatro pilares.
- Misión. La organización debe definir su razón de ser, es decir, para qué existe. Es importante describirse a sí misma y afirmar su valor agregado. La misión no solo comunica el propósito de la organización, además debe estar alineada con los valores.
- Valores. Representan la forma de ver la vida y las creencias básicas compartidas que guían el comportamiento individual y grupal de todos los involucrados. Toda acción que se ejecuta debe ser consecuente con los valores empresariales establecidos.
- Visión. Está fundamentada en los valores y es una extensión de la misión. Debe incluir un tiempo definido (cinco años aproximadamente) y plantear lo que la empresa busca lograr. La misión determina la forma de evaluar los avances estratégicos en un determinado periodo. •Propuesta de valor. Incluye el conjunto de beneficios que brindará a todos los que se relacionan con la empresa; lo importante es conocer los objetivos y las propuestas de valor de los competidores, para diferenciarse de ellos.
Lo anterior es un reflejo de lo que la empresa quiere lograr y cómo debe hacerlo. Francisco Díaz, director de ManpowerGroup Solutions MeCARD, comenta: “para toda estrategia exitosa, las empresas deben ver como primordiales las demandas del mercado. Hay que alinear los objetivos de la estrategia con lo que el mercado requiere, esto es más importante que definir lo que se desea”.
Al diseñar toda estrategia es importante tener en cuenta los elementos que la componen; hay que elaborar alternativas de nivel superior, para alinear la metodología de trabajo con los objetivos de la organización.
4 Consejos para impulsar una estrategia empresarial
1) Diseñar la estrategia entendiendo lo mejor posible el contexto en el que se va a llevar a cabo: una estrategia que toma en cuenta el contexto es de un nivel superior. Por ejemplo, no es lo mismo implementar una estrategia en un momento de solvencia económica, que en uno de crisis.
2) Orientar la estrategia no solo hacia qué o cómo se quiere hacer, también a quién debe llevarla a cabo: es mejor una estrategia pobre en manos de un buen equipo, que una brillante de un equipo que no la va a desarrollar de la mejor manera. La explicación tiene que ver con que, finalmente, las estrategias se desarrollan a la medida de las personas que las implementan.
3) Estructurar la estrategia de manera que su implementación secuencial y el tiempo en que se desarrolla estén en armonía: es importante marcar un camino a seguir. En primer lugar, hacemos esto luego aquello; después, en función de los resultados obtenidos, tomamos éste u otro camino. Hay que tomar en cuenta la secuencia, y el momento adecuado para realizar cada uno de los pasos.
4) A veces es conveniente implementar más de una estrategia: las mejores no caminan solas; las excelentes confluyen entre ellas, es decir, se apoyan mutuamente, conformando una red más solida, encaminada a lograr los objetivos.
Fuente: CNNExpansión /
Publicado por: TuDecides.com.mx
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