Existen directores de empresas que han logrado llevar sus compañías al éxito y que incluso han transformado el modelo de negocio de sus firmas para reposicionarlas en el gusto del mercado.
Personas como Steve Jobs de Apple, Sam Walton de Walmart, Jack Walsh de United Way o Bill Gates se caracterizan por tener un proceso de pensamiento muy específico, que les ayuda a innovar y a manejar sus negocios de tal manera que las veces que enfrentan una dificultad mayor, logran transformarlas en oportunidades de éxito.
Darle importancia a un equipo de trabajo y la capacidad de escuchar son algunas de las cualidades que hicieron a estas personas los grandes CEO’s que fueron.
Pero, ¿cómo imitar a estas leyendas cuando no se es aún director?
El sitio especializado LatinManagers lista los cinco consejos para pensar como un CEO y darle ese toque especial a tu labor diaria, y por supuesto, encaminar tu carrera para algún día verdaderamente ser un gran directivo.
1. Nunca subestimes el poder del trabajo en equipo: un buen líder, rasgo indispensable en todo CEO, sabe conocer la labor de la gente que trabaja para y con él. Actúa como motivador y provee a tu equipo de trabajo las herramientas necesarias para realizar bien su labor. Cuida su moral y ayúdalo a enfocar sus energías. Steve Jobs hizo esto cuando reasumió la presidencia de Apple y recortó el portafolio de proyectos de la empresa de 300 a menos de 30; esto ayudó a que el equipo se concentrara y desarrollara su gran éxito: el iPod.
2. No te dejes mandar por la arrogancia: si estás en una posición de “poder” debes recordar que antes de ser intocable eres el primero que debe servir. Un buen director no deja que su ego entorpezca la gestión de su empresa y jamás actúa con base en un orgullo excesivo. Sergio Marchionne logró transformar el destino de Fiat y de Chrysler cuando tomó las riendas de las firmas e involucrarse hasta el detalle más ínfimo del proceso de diseño. Decía que si le pedía a sus trabajadores laborar una hora extra para salvar a las empresas de la quiebra, él debía trabajar dos más.
3. No olvides escuchar: un buen líder de una compañía debe saber cómo y cuándo comunicarse de manera respetuosa y jamás debe desestimar las ideas de sus subalternos y empleados. Warren Buffet, líder de la empresa de inversiones Berkshire Hathaway, señala que el mejor activo que tiene su empresa son las habilidades de las personas que la conforman y que más allá de títulos profesionales, se debe estudiar el carácter y las habilidades innatas de un trabajador.
4. Aprende a delegar: es importante que confíes en las capacidades de tus empleados o compañeros. Un buen CEO no puede ni debe ser experto en todo, pero debe tener la capacidad de elegir personas que tengan habilidades específicas para un trabajo. Jack Welch, ex presidente de General Electric, asegura que logró levantar el nombre de la compañía porque su trabajo “era ver el panorama completo” mientras confiaba que su equipo hiciera los trabajos más específicos.
5. Propón cambios: un buen director empresarial debe estar atento a los cambios que el ritmo vertiginoso del mundo de hoy trae a los negocios. El primero en adaptarse a los cambios debe ser el CEO y ver que estos cambios se realicen en su empresa. IBM estaba al borde de la quiebra cuando fue desplazada en el mercado de computadoras, pero gracias a que su CEO, Samuel J. Palmisano y su equipo decidieron reenfocar los esfuerzos de la compañía hacia consultoría y tecnologías de la información, la firma sigue viva y encaminada al éxito.
Fuente: www.altonivel.com.mx
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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