Como fundador de una startup, todo empieza contigo. Desafortunadamente, muchos emprendedores no tienen idea de lo que significa ser un gran líder. Fui el fundador y director ejecutivo de mi propia empresa a los 22 años. Me sentía como un CEO, pero después de ocho años me di cuenta que no lo era y me sentí perdido.
Era demasiado joven y no tenía mentores de negocios. Entonces me entablé en una búsqueda que eventualmente me permitiría entender mi verdadero rol.
Decidí unirme a un grupo de emprendedores en mi comunidad. Por primera vez estaba rodeado de CEOs que lo habían sido por mucho tiempo y que eran más exitosos que yo; personas que estaban a la cabeza de empresas que obtenían ingresos de 5 a 500 millones de dólares anuales. Fue en este punto que empecé a ver ejemplos reales de liderazgo. Y esto cambió radicalmente mi perspectiva sobre quién pensaba que era y qué quería ser.
Mi primera y más importante tarea era definir correctamente cuáles eran mis responsabilidades como directivo y fundador. Con la ayuda de mis colegas, encontré que eran estas ocho:
1. Conectar el exterior con el interior
El primer punto de mi descripción de trabajo fue inspirado por un artículo en Harvard Business Review escrito por el CEO de Procter & Gamble, titulado “What Only the CEO Can Do” (Lo que sólo el CEO puede hacer). Así lo interpreté: debes ser la conexión entre el exterior y el interior de tu empresa.
Me lo imagino como ser un viajero intergaláctico. Viajo de la Tierra a otros planetas y viceversa. Soy la conexión entre el interior (la Tierra) y el exterior (los demás planetas). En tu empresa, éste es tu trabajo. Piensa en tu negocio como el interior y en el mercado como el exterior. Es tu tarea como CEO ver oportunidades donde los demás no las ven.
La mayor parte de tu organización (a excepción de los vendedores) tienden a enfocarse internamente, y es difícil cambiarles el enfoque hacia el exterior. Por lo tanto, tú debes cumplir ese rol y ser quien tome las decisiones. Para ello es clave que:
Definas el exterior significativo. Se trata de ver los factores externos que afectan tu empresa y definir lo que es importante. Todo en el interior depende de cómo veas el exterior. Tomemos a Ray Kroc, fundador de McDonald’s, como ejemplo. La gente siempre había comido en restaurantes, pero Kroc definió una forma de hacerlo que nadie había creado hasta entonces: el concepto de fast-food.
Decidas en cuál negocio estás y en cuál no. Existe un gran número de negocios dentro de los que puedes estar. Al momento de decidir tu negocio considera el mercado, tu experiencia, habilidades y contactos. Tomar una decisión incorrecta en este punto es motivo de fracaso.
Balancees el presente y el futuro. Como fundador debes asegurarte que hay un mañana, pero que también existe un hoy. Necesitas balancear constantemente las necesidades actuales de tu empresa con las del futuro. Esto, claramente, incluye las decisiones de presupuesto e inversiones.
2. La fundación: propósito, visión y misión
Tu fundación es lo que sostiene a tu empresa. Sin ella, te hundirás. La fundación se forma principalmente de: Propósito. Se refiere a la razón de existencia de tu empresa. Es atemporal y establece el motivo por el que emprendiste. Visión. Esto es lo que tratas que ocurra en el futuro. En otras palabras, es pensar cómo lucirá tu empresa cuando tenga éxito en su propósito. Misión. Es la manera en la que consigues tu visión. Explica cómo haces lo que haces todos los días.
Éstos son algunos mis ejemplos favoritos de empresas reconocidas: Propósito: "Hacer feliz a la gente" -Walt Disney "Refrescar el mundo" -Coca-Cola
Visión: "Una computadora personal en todos los hogares funcionando con software Microsoft"- Microsoft "Ser la empresa atlética número uno del mundo" -Nike
Misión: "Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil" -Google "Entregar el mejor servicio al cliente posible, a esto le llamamos la filosofía WOW" –Zappos
3. Valores y cultura
Esta responsabilidad es mi número uno. El resto tienen igual de importancia; ésta las supera.
Los valores no sólo son importantes; lo son todo, pero únicamente si actúas conforme a ellos. Si no los cobijas en tu corazón, no te preocupes siquiera por definirlos. Tu cultura empresarial es el resultado directo de tus valores. No puedes imponer cultura ni simplemente soltar frases en las reuniones para construirla.
La cultura es el resultado de los valores que impulsas. El secreto se encuentra en cómo los promueves, no en definirlos. Pregúntate: ¿contratas en base a los valores? ¿Terminas haciéndolos a un lado en el momento de actuar? Si alguien de tu equipo, aunque sea tu mejor vendedor, violara uno de los valores ¿lo despedirías? Toda acción que hagas es vista por todos los miembros de la empresa.
Tus valores definen quién eres. Es tu ADN. Y cuando los valores son reales, las decisiones importantes son fáciles de tomar.
4. Dirección estratégica
Muchos fundadores y CEOs que he conocido son buenos en esto. Saben determinar hacia dónde ir, así como la estrategia para llegar a ello. Después de todo, generalmente es el fundador quien creó una empresa a partir de una idea y unos cuantos pesos.
La dirección estratégica se trata de los movimientos que debe hacer la empresa para alcanzar sus objetivos. Esto lo haces estableciendo y comunicando las metas correctas de la empresa primero. Después, defines cómo luce el éxito. Luego, en palabras de Stephen Covey, "empiezas teniendo el final en mente".
Ahora, es importante que notes que esta responsabilidad debes compartirla con tu equipo. Si no lo haces, serás culpable de estancar el crecimiento de tu empresa. No puedes ser la única persona que defina cómo conseguir los objetivos del negocio. Lidera a tu equipo de manera que puedan ayudarte a establecer el cómo para alcanzar metas.
5. Construir un equipo
¿Cuántos fundadores fueron los que reclutaron a un equipo, vendieron el sueño y reunieron a las personas a trabajar en torno a una meta? Nunca dejes de buscar talento y de desarrollarlo.
He visto a muchos fundadores construir un equipo y después olvidar una de las cosas más importantes: construirlo y desarrollarlo. Nuevamente, si no lo haces, el resultado será el fracaso.
Como el director de tu propia película, no olvides la lección que Hollywood conoce tan bien: todo comienza con un equipo. ¿Dónde estaría Danny Ocean sin sus 11 en Ocean's Eleven? ¿Dónde estaría Neo sin Morfeo? Recluta a tu equipo estrella y nunca dejes de trabajar por su crecimiento.
6. Remover los obstáculos
Siempre quise ser un basquetbolista profesional, pero como no soy alto no pude cumplir mi sueño. Así que decidí ver a mis empresas como equipos de basquetbol.
Imagínate que eres el dueño de un equipo de la NBA. Sabes que no puedes jugar el juego. Tienes jugadores que lo hacen, y estos jugadores deben enfocarse. Será difícil para ellos hacerlo si el equipo está descompuesto, si los medios hablan mal de ellos o si la moral está baja. Todas estas cosas previenen que los jugadores jueguen su juego. Tu trabajo es asegurarte que no haya obstáculos en el camino.
7. Proveer recursos
Es tu responsabilidad asegurarte que tu empresa y tu gente tengan todos los recursos necesarios para ser exitosos. Los recursos pueden agruparse en cuatro grandes categorías: financieros, humanos, físicos e intangibles.
Muchas empresas fracasan por la falta de dinero, así que si careces de recursos económicos, levanta capital. El trabajo humano es tu principal costo y tu principal activo, por lo que debes darles a tus empleados todo lo necesario para triunfar y dejarlos jugar el juego para el que los contrataste. Esto significa brindarles capacitación, liderazgo, incentivos y cultura.
Algunas compañías gastan millones en talento y se rehúsan a gastar en una decoración adecuada (físicos). La forma en que valoras a tus empleados debe ser observable hasta en tus instalaciones. Un lugar fácil por dónde comenzar es comprando una máquina de café; es increíble cómo las pequeñas cosas hacen la diferencia.
Los intangibles son recursos que muchos no notamos que existen. El mercado y los conocimientos operativos que tú y tus empleados tienen son críticos. También lo son las experiencias y el contacto entre las personas. Esta clase de recursos incluyen la propiedad intelectual y la reputación de tu empresa en la industria.
No pierdas de vista el hecho de que tú provees la cancha, la pelota y los jugadores; pero son ellos quienes llenan el estadio, juegan el juego y los únicos que pueden ganar.
8. Hacer presupuestos
Quizá tengas a un administrador o jefe de finanzas que se encargue de hacer proyecciones y de llevar el balance, pero tu responsabilidad como CEO es determinar dónde se coloca el dinero. ¿Tus recursos se destinan al desarrollo? ¿A las ventas? ¿A incentivos para el personal? ¿Al marketing?
El lugar donde colocas tu dinero les dice a todos en tu empresa qué es lo que valoras. Tus decisiones estratégicas deben hacerse en alineación con tus recursos económicos. Tú determinas a dónde se va el dinero, lo que a su vez determina qué es lo que se hace, y eso decide el destino de la empresa.
Este ejercicio lo debes hacer al menos una vez al año para establecer dónde está tu empresa, de qué recursos dispones, hacia dónde vas, cuáles son tus objetivos y quién eres en este momento de tu vida.
Fuente: www.soyentrepreneur.com / Por Tim Nguyen
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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