Si quieres que tu empresa sea competitiva, necesitas desarrollar tu capacidad de reacción. Descubre cómo lo hicieron los fundadores de MicrobotiX, una escuela de robótica que atiende a más de 900 niños.
Ricardo Correa y Roberto Saint Martin saben que los negocios más exitosos se basan en una buena planeación. Pero están convencidos de que si el objetivo es marcar una diferencia y llegar a los máximos niveles de competitividad se necesita algo más: flexibilidad frente a los cambios. Y una gran capacidad de reacción.
"Al salir de la escuela, lo único que sabíamos era que queríamos hacer algo con la robótica", dice Correa. "Todo lo que tuviera que ver con el tema nos interesaba". Los emprendedores comenzaron dando cursos a todo aquel que quisiera conocer el fascinante mundo de los robots. Pero ahí estuvo el primer error, porque ya habían definido cuál era su servicio, pero no cuál era su mercado.
Fue entonces que tuvieron que perfeccionar el esquema de la empresa y replantear sus objetivos. Durante el análisis, detectaron que el verdadero mercado de sus cursos de robótica estaba en los niños. Y entonces apostaron por ese rentable y exigente segmento.
El cambio de rumbo resultó un éxito, pues MicrobotiX -que dio sus primeros pasos hace más de cuatro años en una asociación de robótica escolar en el Tec de Monterrey- se convirtió en la primera escuela de robótica para niños en México. Además, sus crecimientos fueron del 300% el primer año y de 350% el segundo.
De boca en boca
La fórmula era simple: enseñar con diversión. La recomendación, si te interesa emprender en este mercado, es que estés siempre atento a las necesidades de tu target, que asumas que los niños son tus clientes -aunque sean los padres quienes paguen por el servicio- y que nunca prometas más de lo que puedes dar. "Con esta filosofía conseguimos que el 40% de nuestros clientes lleguen por recomendación de otro niño", afirma Saint Martin, director de Administración y Finanzas de la empresa.
Y no sólo eso. Si se trata de formar un equipo de trabajo fuerte, MicrobotiX es un gran ejemplo. Uno de los momentos clave para el desarrollo de la firma fue cuando los cuatro socios originales se sentaron a platicar sobre sus intereses. El objetivo estaba puesto sobre la mesa: debían convertirse en un equipo directivo que, además de tener intereses comunes, se complementara en habilidades y talento.
¿El resultado? Uno de los socios salió del negocio y otro más tomó la determinación de permanecer sólo como accionista. "Sigue con nosotros, pero dejó de participar en la operación", explica Saint Martin. "El primer consejo es que busques gente que empate con tus metas y si eso no pasa, lo mejor es dejarlos ir".
Y aunque en su momento sus aportaciones resultaron muy valiosas, Correa, que se desempeña como director comercial de MicrobotiX, dice convencido que "fue la decisión correcta". Actualmente, a base de trabajo en equipo y una clara definición de funciones, su empresa ofrece un servicio único de enseñanza en robótica para niños.
La compañía opera bajo un concepto empresarial formado por tres líneas de negocio: clases en escuelas privadas, talleres extraescolares en centros educativos propios y la venta de robots. "No hay nada mejor que aprender de los errores para hacer bien las cosas", apunta.
Suma experiencias
Tener capacidad de reacción y flexibilidad ante los cambios no es lo único que necesita un negocio para alcanzar el éxito. También es necesario que los emprendedores cuenten con la humildad suficiente para pedir ayuda y fortalecerse a través de alianzas estratégicas.
Con ellas no sólo ganas con los conocimientos y la experiencia de otros, sino que es más fácil actuar cuando es el momento de replantear el rumbo y, "sin duda alguna, conseguirás las mejores herramientas para crecer", asegura Correa. Hoy, su empresa está posicionada como una de las más innovadoras en el mercado, tanto que la Secretaría de Economía la seleccionó como uno de los casos de éxito de la Semana Pyme 2008.
Para conseguir este reconocimiento, los emprendedores de MicrobotiX se enfrentaron a un camino lleno de decisiones, entre ellas entrar a una incubadora de negocios, aliarse con escuelas para promover su servicio y elegir a quienes formarían su plantilla laboral. "Creamos todo tipo de sinergias con el fin de convertir nuestra idea en una realidad", afirma Saint Martin.
La primera gran determinación fue asumir que, aunque su idea era innovadora y representaba una gran oportunidad de negocios, si no tenía bases sólidas también podría significar un fracaso total. Esta fue la razón por la que los fundadores de MicrobotiX buscaron asesoría y acompañamiento empresarial en la incubadora de negocios del Tec de Monterrey.
"Los asesores nos ayudaron a definir el foco de la empresa y quiénes eran nuestros clientes potenciales", comenta Correa. Y aunque entrar a este tipo de instituciones requiere una inversión, los beneficios que al final obtiene un negocio son enormes.
En el caso de los fundadores de MicrobotiX, fue en la incubadora donde crearon su plan de negocios y consiguieron una inyección de capital, con la que dieron luz verde a varios proyectos, entre ellos el concepto de los Robotix Centers, que está por abrir su tercera sucursal.
Pero la estrategia no quedó ahí. Con la finalidad de difundir sus talleres y ganar sus pri-meros clientes, Correa y Saint Martin se concentraron, en una primera etapa, en ofrecer sus servicios a escuelas primarias y preparatorias de la Ciudad de México.
Fue con estos primeros clientes que terminaron de definir su método de enseñanza y las características de su oferta. "Cuando nos llamaron de la primera escuela para impartir los talleres no teníamos ni idea de cómo venderíamos el servicio ni cuánto costaría. Pero esto nos sirvió para establecer los parámetros de MicrobotiX", recuerda Correa.
Hoy, trabajan con 15 instituciones educativas donde captan al 75% de sus clientes. Con esta estrategia complementan los ingresos de sus centros educativos propios (ubicados en Lomas Verdes, Estado de México y San Ángel, Distrito Federal).
¿Algo más? Sí. Para Correa, sus más de 45 instructores son también aliados fundamentales del negocio, pues son ellos los que tratan con los niños y formaron, desde el inicio, la columna vertebral de la empresa. "También cometimos errores al momento de reclutar a la gente de todas las áreas. Pero ahora la balanza se inclina a nuestro favor".
Para formar a equipos de alto desempeño, la compañía cuenta con una estrategia robusta de capacitación y comunicación con sus colaboradores. En MicrobotiX creen en la unión de esfuerzos, así que invierten en personas talentosas que crean en el proyecto y, sobre todo, trabajan para que todos los miembros del equipo lo asuman como propio.
Claves
- Incluye en tu proyecto sólo a personas con quienes tengas puntos de interés común y alineados al crecimiento de tu empresa.
- Recuerda que emprender no tiene sentido si no tienes en claro cuál es tu verdadero negocio.
- La autodisciplina es una cualidad fundamental para el éxito de cualquier emprendedor. Comprométete.
- Forma alianzas con tus colaboradores, asesores y socios de negocio. Así nutrirás a la empresa de experiencias y conocimientos que la harán crecer.
- Piérdele el miedo a la asesoría; con ella llevarás tu empresa a la máxima rentabilidad.
Fuente: www.SoyEntrepreneur.com / Por: Daniela Clavijo
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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