(Foto:Arturo Damn)El progreso económico debe medirse a nivel de la economía familiar, nivel al cual cuentan, principalmente, tres variables: empleo, ingreso y consumo, siendo que el último es, obviamente, consecuencia de los 2 primeros: sin empleo, a partir del cual generar ingreso, el consumo, que supone la compra de bienes y servicios, se vuelve imposible.
El consumo de las familias se vio fuertemente afectado por la recesión que nos pegó, sobre todo, durante el primer semestre del año 2009. Medido por las ventas de los establecimientos mercantiles dedicados al comercio al menudeo, tenemos que a lo largo del primer semestre de 2008, antes de la recesión, el crecimiento promedio anual del mismo fue de 3.6%. Un año después, en plena recesión, entre enero y junio de 2009, el crecimiento promedio anual del consumo de las familias resultó de menos 5.5%. De tal magnitud fue el efecto de la recesión sobre el consumo familiar y, por ello, sobre el progreso económico, medido, como debe medirse, a nivel de la economía familiar, en general, y del consumo de las familias, en particular.
A lo largo del segundo semestre de 2009 el comportamiento de dicho consumo, en términos anuales, es decir, comparando cada mes de 2009 con el mismo mes de 2008, fue el siguiente: julio, -4.8%; agosto, -5.5%; septiembre, -4.6%; octubre, nuevamente -4.6%; noviembre, -1.5%; diciembre, +1.6%. Fue en diciembre de 2009 cuando, después de quince meses de contracción, entre septiembre de 2008 y noviembre de 2009, el consumo de las familias recuperó el crecimiento.
¿Qué ha pasado, en materia de consumo familiar, en lo que va del 2010? En enero decreció 1.8%, en febrero y marzo creció 2.3%, en abril decreció 0.1%, y en mayo, último mes para el cual tenemos información, aumentó 5.0%, el mayor crecimiento, para el consumo familiar, desde que, en diciembre pasado, se inició su recuperación, lo cual apunta en la dirección correcta.
Para darnos una idea de lo que significa ese crecimiento del 5.0 por ciento en mayo pasado, tengamos en cuenta que un año antes, en mayo de 2009, el consumo de las familias registró una caída de 8.4 por ciento, la segunda más grave desde que se inició la recesión. La más grave fue la de febrero de 2009, con 8.6 por ciento.
Los datos indican una recuperación del consumo familiar, lo cual no quiere decir que ese consumo sea el apropiado para, por lo menos, satisfacer las necesidades básicas, algo que en México, antes y después de le recesión, dista de ser la regla, sobre todo para, más o menos, la mitad de las familias mexicanas. El que el consumo familiar se esté recuperando no quiere decir que sea suficiente, lo cual no quiere decir que la recuperación no sea importante.
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Fuente: www.mundoejecutivo.com.mx
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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