Cada vez son más las personas que por necesidad o elección deciden trabajar desde su casa. Si estás pensando en hacerlo, sigue estos consejos y sácale provecho a tu libertad.
Crea tu espacio
Necesitas organizar tu lugar de trabajo. Privilegia la tranquilidad y tener todo lo que requieres a mano. Las distracciones son el gran fantasma que rondará sobre ti: evítalas. Por el contrario, rodéate de elementos agradables: buena música, temperatura adecuada, luz natural y una linda planta. El ambiente, en cualquier lugar de trabajo, ayudará o empobrecerá tu desempeño.
Establece un horario
Define con total claridad desde qué hora y hasta qué hora vas a trabajar. No puedes tener jornadas de 12 horas seguidas. Tampoco es recomendable que un día trabajes mucho y otro día poco. Puedes ajustarte a los requerimientos laborales, pero, en lo posible, establece un horario y cúmplelo. Y lo más importante: madruga. Nunca deberías levantarte después de las 09:00 am (un buen truco es ir a dejar a los niños al colegio para obligarte a salir de la cama). Si eres un “animal nocturno”, busca cómo compensar esto con una siesta después de comer e igual levántate temprano.
Planifica tu día
Este consejo es igual de útil si trabajas en casa o en un corporativo: debes dedicar el tiempo necesario a planificar tus actividades diarias. Las agendas personales de programas como “Outlook” son una verdadera salvación para cientos de miles de personas. Permiten organizar una agenda de trabajo y, además, cuentan con sistemas de recordatorio. Si no trabajas con un computador, utiliza una agenda o sácale el máximo provecho a tu teléfono celular. No puedes iniciar tu día sin saber qué debes hacer. Si tienes claras tus actividades, decidirás mejor y priorizarás con mayor certeza.
Automotívate
Una de las grandes ventajas del trabajo en equipo es la motivación grupal para alcanzar un objetivo. Si tu oficina está en casa y tu interacción se reduce al correo electrónico, messenger y teléfono, tendrás que buscar cómo automotivarte para dar un poco más de ti todos los días. Algo de “presión” puede hacerte bien. Fíjate metas diarias o semanales y preocúpate por alcanzarlas.
Exige respeto a quienes viven contigo
Separa claramente las horas de trabajo de las que estás disponible para el resto de la familia. Fija las reglas del juego con tu pareja en los temas que consideres clave. Así, por ejemplo, evitarás que los niños te interrumpan con una duda sobre matemáticas o que tu esposa te pida ayuda para mover un mueble. Si debes combinar labores domésticas con tu trabajo, establece un horario, por muy corto que sea.
Evita los “favores” innecesarios
No aceptes las peticiones de amigos y familiares que creen que por el hecho de trabajar en casa no tienes obligaciones ni un horario que cumplir. Lo peor que puede pasar es que todo el mundo cuente contigo para cubrir sus “emergencias”.
Administra tu negocio
Trabajar cómodamente desde tu hogar no significa que no tengas que administrar con rigurosidad tu negocio. Lleva un control del tiempo y los recursos que dedicas a cada proyecto, para que así sepas cuánto cobrar y a qué plazos comprometerte. Y no olvides la parte fiscal y tributaria. ¡No necesitas problemas con Hacienda!
Toma aire
Trabajar en casa supone menos interacción física con colegas y otras empresas. Y, probablemente, menos desplazamientos a juntas y presentaciones. Si este es caso, evita aislarte. Sal a caminar al menos una vez al día fuera de casa o sácale más provecho a tu terraza o jardín. Toma aire y relájate para recobrar fuerzas y distraerte un poco.
Vístete para trabajar
La ropa que te pongas no es un detalle. Si bien la libertad de tu hogar no exige que vistas con saco y corbata o tacones, tampoco vayas al extremo de quedarte en pijama todo el día. Utiliza vestuario cómodo, pero lo más serio posible. Aunque no lo creas, influirá en tu “actitud mental” frente al trabajo. Por esta razón, muchas personas que trabajan en casa gustan vestir tan formales como lo harían en su oficina. Elije la opción que más te acomode.
Muéstrate profesional
Debes preocuparte por parecer profesional en todo sentido y transmitirlo con mucha fuerza. Contesta el teléfono como si fuera una oficina y no permitas que tus hijos lo hagan si estás en jornada laboral. Si es posible, ten una línea telefónica exclusiva. Tu página en Internet también es clave: debe promover una imagen tan seria como la de cualquier otro negocio.
Mantente ocupado
Si tus clientes bajan el ritmo o en medio de un proyecto te das cuenta que te sobra algo de tiempo, mantente ocupado. Puedes buscar cómo apoyar a tu cliente con nuevas ideas o mejorar algunos aspectos de tu negocio (website corporativo, presentación de ventas, etc.). Si ya hiciste todo, simplemente sal a caminar o lee.
Ten presente tu propósito original
Si decidiste trabajar desde casa es por alguna razón: más tiempo para la familia, libertad de acción, soledad controlada, mejor concentración, etc. Con el paso del tiempo, puede que tu propósito original pase a segundo plano. Ten cuidado con eso. Si lo que buscabas era pasar más tiempo con tus hijos no puedes estar conectado a la computadora 14 horas al día y trabajar los fines de semana. Es muy fácil perder el rumbo.
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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