1. Conviértete en una inversión, no en un gasto

Si lo que ofreces lo posicionas como un simple servicio, entonces serás visto como un gasto adicional… y a nadie le gusta gastar. Las personas siempre regatearán el precio, pero todos entienden la importancia de una inversión. Posiciona tu producto o servicio como un commodity que beneficiará al comprador, no sólo en el presente, sino en el largo plazo.

Al hablar de tu empresa, haz que las personas conozcan tus experiencias, habilidades y cualidades. Cuando se discute el precio, evita usar el término precio; mejor, refiérete a él como inversión. Otra pista al lidiar con el componente financiero es conocer las metas de tus clientes y sacarlas a colación al posicionar el costo de lo que haces y el valor que ofreces.

2. Fija el precio según el valor, no el tiempo

Es una práctica común cobrar por el tiempo que tarda un proyecto en completarse, pero muchas veces eso significa que estás devaluando tu trabajo. Algunos proyectos toman más tiempo, pero brindan el mismo valor.

Finalmente, a los clientes les interesa el valor que les ofreces. Digamos que un cliente está muy seguro de que el rediseño de su sitio Web generará $100,000 adicionales al año. Si cobras por hora el proyecto, quizás lo valúes en $10,000. Pero si promueves tu servicio como una inversión que generará más ganancias, cobrarlo en $30,000 podría ser razonable por el valor en el largo plazo del proyecto.

3. Pon tus libros contables en orden

Muchos empresarios están muy apasionados por lo que hacen y tienen poco interés o tiempo para las hojas de balance. Pocas cosas son más tediosas que las tareas administrativas de un negocio, pero controlar tu flujo de efectivo y tus estados de pérdidas y ganancias es clave para crecer y aprender de tus errores.

Prestar atención a estos números puede marcar la diferencia entre un negocio que está creciendo y uno que apenas sobrevive. También puede ayudarte a identificar áreas en las que puedes y debes incrementar el valor de tus proyectos.
 
Los asuntos relacionados al dinero normalmente están al principio de la lista de los propósitos de año nuevo, ¿entonces por qué no usar esta época para reflexionar acerca de los ajustes en la forma de enfocar tus prácticas?

Una vez que tus clientes ven el valor de invertir en ti, entonces estarás en tu camino hacia convertirte en un socio confiable. Cuando se comprende el impacto de tu trabajo, tus servicios empezarán a venderse por sí solos.

Fuente: www.soyentrepreneur.com / Por Avrum Laurie