“Fallar rápido” es un dicho muy utilizado. Los emprendedores no se despiertan y se preguntan “¿cómo podré fracasar hoy?” Lo que es importante no es aceptarlo, sino averiguar cómo manejarlo.
Como educador en la Academia Launch, una de las cosas más difíciles con las que he tenido que tratar es con estudiantes luchando contra los fracasos.
Nuestro programa atrae y admite a los extremadamente competentes quienes, como lo emprendedores, son muy duros con ellos mismos. Lo que es inesperado sobre nuestro programa y en las tareas de los emprendedores, es que el fracaso es lo que se espera. Cómo lo enfrentamos es lo que nos define. Te comparto la receta para hacerlo:
Intenta. Theodore Roosevelt, uno de los ejecutivos más duros e interesantes de nuestra historia nos dice que “es difícil fallar, pero es peor nunca haberlo intentado”.
Akhil Nigam, fundador de MassChallenge, dijo durante un panel en la Semana Nacional de los Pequeños Negocios, que “como nuevo emprendedor, debes hacer que tu negocio comience a existir.” ¿Si no actúas por miedo al fracaso como crearás algo con significado?
Sé dueño de tu fracaso. Mientras logras que tu creación salga a la luz, te vas a tropezar a lo largo de camino, y aquellos que te siguen también van tener dificultades. Acepta tu parte en el fracaso. Si pones excusas para ti mismo o culpas a los otros, nada bueno puede salir de una situación que ya es preocupante.
Perdónate. Para muchos de nosotros esta es la parte más difícil. Para mí, ayuda darse cuenta que el fracaso es parte de la experiencia humana y que puedes crecer gracias a ello. También ayuda tener a otros con los cuales relacionarte.
Dani Dewitt, una alumna de la Academia Launch dice “creo que estar alrededor de un grupo de gente que también está pasando por el mismo tipo de cosas, me ha hecho darme cuenta que necesito seguir viendo todo desde diferentes ángulos hasta que pueda resolver el problema”.
Pide disculpas. Como parte de aceptar tu error, sé autentico con aquellos a los que hayas hecho mal. No hay nada más exasperante para tus clientes que la frase “le pedimos disculpas por la inconveniencia”.
Como por ejemplo, si tu servicio de correo electrónico se vino abajo, sería mejor escuchar “sabemos que el email es muy importante en su negocio y nos sentimos muy mal por las molestias. Lo actualizaremos tan pronto como resolvamos el problema para que funcione otra vez”. Siempre acepta el problema y la importancia de resolverlo.
Lleva a cabo una retrospectiva trasparente. Comúnmente en el mundo corporativo esto se llamaría post mortem. Este término debe evitarse a menos que estés en un negocio de salud, ya que es poco probable que alguien muera como resultado de tu fracaso.
En el desarrollo de software, usamos el término de retrospectiva cuando nos referimos a una junta donde recordamos lo que salió bien y lo que salió mal en el manejo del fracaso. Involucra a las partes interesadas en el proceso y sé transparente en compartir lo que has aprendido con tus empleados y clientes.
Enseña a los otros. Tenemos un dicho en mi trabajo: “Enseñar es lo mismo que aprender.” Como emprendedores, nuestro negocio se mueve muy rápido como para pensar en el fracaso. Usa este marco de trabajo como medio para aprender y avanzar al haber salido beneficiado de la experiencia. No nos confundamos, fracasar no es mortal.
Fuente: www.soyentrepreneur.com/ Por Dan Pickett
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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