(CNNExpansión) El aumento en las necesidades de financiamiento por parte del Gobierno federal, luego de que el Congreso aprobara un déficit de 1.5% respecto al Producto Interno Bruto (PIB) para el próximo año, tendrá un impacto negativo sobre el financiamiento disponible para las empresas, advirtieron expertos.
Estimaciones del Grupo Financiero BBVA Bancomer anticiparon que cuando el Gobierno pide prestado el equivalente de 1.5% del PIB, el financiamiento, es decir el dinero disponible para capitalizar a las empresas, baja en casi 0.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto se debe a que mientras más dinero demande el Gobierno para financiarse, menos capital disponible habrá para la empresas.
Incluso, el mismo Banco de México (Banxico) reconoció que se esperaría una reducción adicional en el flujo de financiamiento al sector privado no financiero de entre 2.3 y 2.7 puntos del PIB.
"La disminución en los recursos financieros canalizados al sector privado obedece, en lo principal al incremento esperado en el financiamiento al sector público, de acuerdo al Paquete Económico aprobado para 2014, de 3.2 a 4.4 puntos del PIB (en el déficit ampliado que incluye a paraestatales e infraestructura como carreteras)", precisó el Banco Central en su último reporte sobre inflación.
Banxico puntualizó que el déficit presupuestal podría generar un desplazamiento de financiamiento a otros sectores dentro de la economía mexicana, pero aclaró que no generaría una situación crítica.
"Sin duda sí va a ser una presión, el déficit si va a representar un aumento por la demanda de financiamiento en el país y tendrá sus consecuencias en el mercado, pero no representaría una dificultad para que el Gobierno pueda financiar sus actividades".
De acuerdo con datos oficiales, el financiamiento total a empresas es equivalente a 19.8% del PIB, de los cuales 11.8% proviene de fuentes internas, en tanto que 7.9% es por parte de emisiones externas (crédito directo y valores).
En opinión de la directora del Centro de Análisis Económico (CAE) del Tecnológico de Monterrey, Leticia Armenta, el mayor impacto del déficit propuesto de 1.5%, sin tomar en cuenta la deuda de Pemex, no necesariamente se vería a nivel de los mercados de deuda y su efecto en el sector privado.
"Esto se debe a que estamos en un mercado global y las fuentes de financiamiento se extienden más allá de las fronteras. Sí es cierto que a nivel interno hay una competencia por los recursos porque el ahorro mexicano, el ahorro doméstico, no es tan importante en magnitud y tanto privado como Gobierno compiten por estos recursos".
Empero, en un entorno en que la Fed podría empezar a retirar liquidez, la expectativa es que las tasas de interés en México comienzan a subir y, en ese sentido, las deudas que contraten tanto el sector público como privado tendrán un costo mayor, destacó.
El efecto sobre el sector privado es bastante moderado, aunque tampoco es mínimo porque al final el 0.9% del PIB es un monto a considerar, pero para el tamaño del financiamiento de la economía no es una figura que vaya a generar faltantes de financiamiento para dejar de hacer algo, destacaron los analistas de BBVA Research.
El mayor financiamiento del Gobierno federal el próximo año no será un problema, en la medida en que sea temporal y no creciente.
"El déficit de 1.5% puede reducir el financiamiento al sector privado, pero en este momento las condiciones de financiamiento son muy favorables dada la liquidez que hay y en caso de que empezarán a retirarse los estímulos monetarios y bajara la liquidez, lo que podría pasar es que ese financiamiento no llegue a las empresas", señaló BBVA Research.
El riesgo que se presenta es que el mayor déficit es deuda adicional se traduce en una mayor presión para el Gobierno federal que busca tener ingresos adicionales hacia adelante, agregó la directora del CAE.
"Es un poco difícil predecir si se llegará o no al equilibrio (en materia de déficit fiscal), porque hay una serie de requerimientos sociales que implican mayores gastos y en materia de seguro de desempleo y pensión universal al no contemplar que sean programas autofinanciables van a implicar siempre un recurso mayor; además, si no se logra resarcir el crecimiento difícilmente la recaudación va a ser la necesaria para llegar a este equilibrio".
El financiamiento como proporción del PIB en México es anormalmente bajo, si se compara con otros países emergentes, dijo Banxico.
"Hay una brecha bastante grande, lo cual quiere decir que hay muchas necesidades de inversión y de financiamiento que no se están satisfaciendo, por lo que hay que ir cerrando esa brecha que es grande y puede ser de más de 20% del PIB con relación a algunos países".
Fuente: CNNExpansión / Por: Isabel Mayoral Jiménez
Publicado por: TuDecides.com.mx
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