¿Cuál es tu muletilla? Probablemente tienes una y no lo sabes. Hace un par de años, un cliente me llevó a Australia. Quería que todos estuvieran conscientes de mi presencia y comencé a usar mucho la palabra “verdaderamente” para aumentar la emoción. La usaba para todo. Una vez que me lo hicieron ver, me concentré en eso y pude deshacerme de ella ese mismo día.
Sé consciente de tus hábitos y descubre cuáles son tus palabras de relleno. Frecuentemente las adquirimos de otras personas. A veces las usamos en una situación en particular como cuando hacemos una presentación, cuando estamos nerviosos, emocionados o al dar malas noticias.
Las muletillas o palabras de relleno pueden dividirse en cuatro categorías:
Muletillas conjuntivas
Insertamos las palabras entre las cláusulas, llenando los espacios que necesitan pausas. En lugar de decir “Mi nombre es María y tengo tres hijos atléticos. Durante la primavera, pasamos mucho tiempo jugando futbol.” Suena así: “Mi nombre es Maria y um, tengo tres hijos atléticos. Durante la primavera, pasamos um mucho tiempo jugando futbol.” Es difícil leer este ejemplo y también lo es escucharlo en vivo. Todos hemos oído a alguien así, las probabilidades son que tú lo has hecho también.
Muletillas dramáticas
Estas palabras se usan para dramatizar o hacer énfasis. “Había literal como un millón de moscas.” Todos amamos las dramatizaciones cuando contamos una historia pero, como oyente, esas repeticiones son molestas y pueden destruir la credibilidad de una persona cuando habla.
Muletillas de pasarela
Estas palabras se filtran al principio de las oraciones, como una larga pasarela cuando iniciamos una idea y antes de que despegue. Es más fuerte si eliminamos estos repetitivos filtros. Los culpables son “como”… “en teoría”… “este”...”osea”.
Muletillas de revisión
Se usan cuando pides permiso terminando la oración con un “¿verdad?” o “¿ok?” o “¿ya sabes?” Hay maneras para revisar la información con la audiencia. Prácticamente no hay ningún problema cuando usas estas palabras, lo hay cuando se vuelve tan repetitivo, que es difícil concentrarse en el resto de tu contenido. Algo que tal vez no sepas: eliminar las muletillas es una de las cosas más fáciles.
Tips para dejarlas de decir:
1. Déjate un mensaje de voz. Cuando lo escuches, date cuenta de las palabras que repites cuando no estás concentrado. Cuando teníamos un entrenador de uno a uno, le dábamos siempre a los ejecutivos una grabadora para que pudieran escucharse. También puedes usar tu smartphone.
2. Trata de exagerar una pausa. El poder de pausar tiene un impacto increíble. Rétate a seguir adelante sólo cuando la siguiente cosa que salga de tu boca no sea una muletilla sino la siguiente idea. Puedes sentirte como que estás esperando una eternidad, pero no parecerá tan largo para tus oyentes. Después de un tiempo esas pausas se acortarán.
3. Si proyectas tu voz, es difícil decir “umm”. Esa energía, pitch y la proyección, eliminan la tendencia a agregar un “umm” o un “este” y lo hace más atractivo para otras personas que están escuchando.
4. No te deprimas. Si te enfocas en lo negativo, puedes crear una profecía auto cumplida del exceso de la muletilla. En lugar de eso, enfócate en lo positivo. Uno de nuestros entrenadores les pedía a las personas que dijeran en fuerte la frase “Soy un individuo de pausas perfectas”. No solamente vas más lento y enuncias la frase, sino que también cambias tu enfoque hacia lo que haces bien.
Eliminar las muletillas no te tomará tiempo extra, sólo un esfuerzo extra. Lo bueno de hacer esto, es que aumentará tu credibilidad, presentarás mucho mejor y tu mensaje será claro y sin distracciones.
Fuente: www.entrepreneur.com / Por: Ben Decker
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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