De compañero a líder, consejos para lograrlo.

Michael Bungay Stanier, de Box of Crayons, lo entrevistó recientemente para hablar de su nuevo libro y, claro, para resaltar algunos consejos para convertirse en un líder.

Todo comienza con la idea, como dice el título del libro, de transformarse de “Bud to Boss”, es decir de Compañero a Jefe. Si bien el liderazgo es un verdadero reto que implican nuevas habilidades y una diferente forma de pensar sobre el trabajo y las relaciones, es un cambio que puede lograrse.

El cambio inicia de forma interna. Hacerse una serie de preguntas ayuda mucho a conocer las acciones que se deben de tomar. Eikenberry propone dos preguntas específicas: ¿Qué espero de mí mismo? y ¿Conozco claramente mi nuevo rol? Hablar con el nuevo jefe ayuda a conocer qué se espera que se haga en ese nuevo rol.

Conociendo a la perfección el nuevo rol y qué se desea de uno mismo en ese papel, lo demás es conocer y poner en práctica algunos consejos sobre las buenas prácticas del liderazgo.
Primero, hay que entrar en la discusión de tener el control o cederlo.

Para Eikenberry el control es una ilusión. Claramente cada persona tiene el control en sus pensamientos, acciones, decisiones, etc. Sin embargo, esto no da pie a tener que tener el control de todas las decisiones. Más allá de tener el control, un líder debe de influenciar y quizá inspirar. Si el líder marca siempre la pauta, habrá menos resultados productivos.

Los líderes dejan su huella, y no a través del control sino a través de la influencia. La influencia significa ser experto, que la opinión del líder tenga valor, que sea confiable, entre otras. Todo esto es a través de la elección. La gente decidirá seguir o no al líder, y precisamente el poder de la elección convierte a un líder como tal.

¿Cómo lograrlo? Analizar a aquellos que tienen influencia sobre uno mismo es un buen experimento.  Eikenberry recomienda analizar a estos influenciadores y ver qué se puede aprender de ellos. Después sólo hay que seguir “la fórmula”. Es importante hacer una adaptación, pues no hay una regla de oro.

Otro consejo es reconocer y aprovechar el valor del conflicto. La gente suele creer que el conflicto es malo, esto es natural. Pero en verdad, es una oportunidad de tomar lo mejor de cada uno. Aquí es importante evaluar cómo se están manejando las emociones.

Convertirse en líder no es una fórmula, no es un camino seguro ni fácil. Eikenberry advierte que no muchos han tenido éxito, sin embargo “tú puedes tener éxito.”

Fuente: HSM