Una de las razones por las que muchos no se convierten en emprendedores es porque le temen al fracaso. Le tienen pánico a cometer errores o a perder dinero. Entonces, si alguien no puede sobreponerse a estos temores psicológicos, es mejor que conserve su empleo fijo.
A principios de la década de los 80, cuando fracasó mi primer negocio importante, pensé que era la persona
Pero, en lugar de condenarme por mi fracaso, mi padre rico me dio una de las lecciones más importantes en la vida: "Eres afortunado por haber fracasado. Ahora tienes la oportunidad de aprender cómo convertir la mala suerte en buena suerte. Si lo puedes hacer, tendrás una vida con más y mejor fortuna."
A continuación presento tres puntos clave para convertir la mala suerte en buena suerte:
1 No culpes a nadie por tus errores
Cuando mi padre rico me preguntó qué salió mal, lo primero que hice fue culpar a mis socios y a la economía. De inmediato, me dijo: "Nunca culpes a otros por tus fallas". "Pero fue su culpa", contesté.
Sacudiendo la cabeza, mi padre rico me dijo: "Si responsabilizas a otros, nunca aprenderás de tus errores. Si culpas a otros, les regalas tu poder". Recuerda: no hay víctimas; sólo voluntarios. Y tú te ofreciste de voluntario para convertirte en emprendedor.
2 Conoce a nuevos socios
Mi padre rico dijo: "En toda mala transacción siempre conozco a buenas personas. Algunos se convirtieron en nuevos socios". Todavía odiaba a dos de mis socios y fue difícil entender este principio. Aún así, acepté el consejo de mi padre rico y comencé a buscar entre los escombros algo que pudiera salvar.
De hecho, a uno de mis mejores amigos lo conocí a raíz del fiasco de una inversión. Y entre las ruinas de otros descalabros encontré a mi socio actual en el negocio de bienes raíces y a mi socio en el negocio de franquicias. Si no fuera por los fracasos, nunca hubiera conocido a otros emprendedores como yo y no me hubiera embarcado en la aventura de ganar millones de dólares con ellos.
3 Estudia tus errores
"Los errores no tienen precio", me dijo mi padre rico. "Estúdialos, aprende y saca provecho de ellos".
Una vez más, esta lección fue difícil de escuchar. Estaba enojado, en quiebra y quería huir de mis errores. En vez de eso, regresé a mi fábrica, estudié mis errores e logré que renaciera mi negocio.
Esta es la forma en que se convierte la mala suerte en buena suerte. Cometer errores y hacerse más sabio es el trabajo de un emprendedor; no cometer errores es el trabajo de un empleado.
Robert Kiyosaki es inversionista emprendedor y educador; sus puntos de vista han retado y cambiado la manera en que la gente piensa acerca del dinero y la inversión. http://www.richdad.com/
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