¿Cómo hacer un buen diseño? Se trata de una pregunta que en realidad no tiene una respuesta objetiva, sin embargo, hay algunos consejos que pudieran servir bien de orientación.
Para empezar hay que enfatizar que el buen diseño NO es arte, aún cuando tenga inspiraciones e influencias de él. En este contexto, el primer consejo es:
1) El diseño debe ser funcional
2) El diseño debe ser estético
Olvidémonos de la definición que acerca estética con belleza. La estética para el diseño está relacionada con el origen sistemático de la comunicación como una forma de expresión. La estética tiene que ver con el valor que se persigue, con el propósito del diseño. Un logo para un grupo de rock puede no ser bello pero en sí mismo debe representar una emoción, un valor, un propósito, que incluso puede ser agresivo o caótico. El diseño debe ser apropiado a sus fines, debe tener su propia estética.
3) Debe ser replicable, reproducible
La llegada de la computadora al diseño trajo colosales beneficios pero también enormes desaciertos, sobre todo para las nuevas generaciones que agotan su tiempo en manipular efectos proporcionados por un software en vez de ideas devenidas de su creatividad.
Para hacer un diseño, el software es una vil herramienta; hay que pensar para qué sistemas de reproducción diseñamos, con qué limitantes, para qué tamaños. Un logo con múltiples efectos, por ejemplo, tendrá que ser modificado varias veces si queremos volverlo un pin, un bordado para uniforme, un grabado en una tarjeta. Hay que pensar en dónde se va a reproducir antes de diseñar.
Esta regla como las anteriores, aplica a todo tipo de diseños; un rascacielos inteligente no encajaría en una villa alpina. Un auto con altas emisiones de carbono ya no sería aceptable en países que buscan el desarrollo sustentable. El diseño debe ser reproducible, es decir replicable. Es un punto trascendente y hermanado con el punto número 1, la funcionalidad.
4) Debiera ser innovador
Aquí enfatizo debiera porque muchas veces dos diseñadores en diferentes latitudes pueden llegar a realizar trabajos muy similares; los procesos creativos suelen tener estas coincidencias. Lo que no es válido es buscar ideas o trabajos similares para “generarnos” una base para nuestro proyecto. Lo que allí se está haciendo no es otra cosa que copiar el trabajo original de otros. Reciclar para el mundo es bueno… para el diseño, nunca. La innovación surge del trabajo continuo, exhaustivo y experimental. Como diría un buen profesor… “Después del boceto #50, buenas ideas comenzarán a fluir.” Sin embargo, por desgracia, no todos los diseñadores llegan allí.
Quisiera decir que hay un quinto paso pero no logro hallarlo… y es que cumpliendo los cuatro anteriores, no importa si se trata de diseñar un logo, una página web, una silla, una colección de modas, un gadget, un auto… si el diseño es funcional, estético, replicable e innovador, seguro es buen diseño.
Para muestra basta un logo, una belleza que me llegó a través del twitter y que me encantó desde que lo vi porque cumple perfectamente con las cuatro premisas dadas ¿Qué les parece?
Fuente: http://blog.luismaram.com / Por: Luis Maram
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