Algunos de esos motivos empujaron a los 11,000 mexicanos que hoy estudian fuera de México, según la Encuesta Nacional de Movilidad Estudiantil Internacional de México. Eso representa a 1% de la población estudiantil de las 115 instituciones de educación superior encuestadas.

“Además de encontrar opciones que llegan a ser más económicas que en el país, una razón fuerte para salir es especializarse en un tema específico de la carrera estudiada”, ejemplificó Rubén Mora, director Comercial y de Nuevos Negocios en Mundo Joven. Entre 2013 y 2014 se incrementó 20% la cifra de mexicanos que aplicaron y fueron aceptados.

El estudio de idiomas ocupa el 60% de las solicitudes hechas por mexicanos, mientras 40% corresponde a otras razones, como cursos especializados en cierta competencia, materia o terminología que los jóvenes buscan para su vida laboral, dijo Mora.

Estados Unidos y Canadá continúan a la cabeza de los destinos más elegidos por los mexicanos, aseguró. Entre los dos albergan a más de 20,000 connacionales, pero Sudamérica comienza a figurar en el mapa, principalmente Chile y Argentina.

Razones de peso

Hay mexicanos que ven en Sudamérica una opción para cursar estudios orientados a psicología, ciencias políticas, educación y economía en programas que llegan a ser en promedio 10% más económicos, sólo considerando el costo de los estudios.

Una carrera en el área de ciencias en el Tecnológico de Monterrey supera los 670, 000 pesos por cuatro años y medio, en tanto en el Seneca College de Canadá llega a 850,000 pesos por cuatro años. La diferencia, según un informe de Study Group, no es abismal, aunque a ello se suma gastos de manutención en el extranjero.

Rubén Mora señaló que el costo de un programa fuera de México depende del lugar, escuela, duración, pero hay opciones hasa 20% más económicas. Al elegir un destino es importante combinar dos financiamientos, uno para el programa y otro para servicios adicionales, como alojamiento y boletos aéreos, sugirió.

Sólo 20% de los jóvenes que concluyen una licenciatura en México hacen un posgrado, principalmente por el costo. Pero el financiamiento es una alternativa para ese nivel educativo, o un curso intensivo de idiomas. De 178,000 estudiantes en ese nivel, casi el 19% con una beca del Conacyt, según datos de esa institución.

Los meses de agosto, septiembre y enero son ideales para buscar opciones de financiamiento, porque las escuelas suelen abrir las convocatorias y, según el programa, el trámite debe empezarse un año antes. Éstas son algunas opciones de financiamiento:

1. Sociedad Financiera asociada (Edupass). Esta Sofom se especializa en el sector educativo, cubriendo cursos, así como hospedaje, boleto de avión, alimentos y ciertas actividades incluidas en el programa. Opera en conjunto con Mundo Joven.

2. Secretaria de Relaciones Exteriores. La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) administra la oferta de becas de gobiernos extranjeros para que mexicanos realicen estudios de educación superior. Entre los requisitos está tener promedio mínimo de 8.0 en el último grado de estudios, constancia de conocimiento del idioma en que realizará los estudios, carta de contacto o aceptación de la universidad receptora.

3. Becas Chevening. Se aporta financiamiento por parte del Gobierno británico. Aplica para posgrado o actividades de investigación en Gran Bretaña. Cubre un año de estudio, gastos de manutención y colegiaturas hasta por 12 mil libras, pero no contempla pasajes. Éste apoyo puede combinarse con otros programas, como las becas Funed, pero entonces cambia el monto otorgado.

4. FIDER, Banco de México. El Fondo para el Desarrollo de Recursos Humanos (FIDERH) es un fideicomiso a cargo del Gobierno mexicano, a través del Banco de México. El financiamiento se concentra en el área de posgrado e incluye colegiatura, manutención y seguro médico hasta por un monto estimado de 200,000 pesos. Lo importante es que no genera comisiones y se puede comenzar a pagar un año después de concluidos los estudios.

5. FUNED Funciona a través de un fondo revolvente, con el apoyo de distintas instituciones y organismos, tales como Nacional Monte de Piedad y CONACYT. Otorga financiamiento para maestrías en las 200 mejores universidades o en los 100 mejores programas del mundo, según criterios de rankings internacionales.

Al término de la maestría existe un periodo de gracia de seis meses para pagar y con un plazo de cinco años para que, con este fondo, se apoye a otro becario en sus estudios. Solicita una tasa de interés fija: 3.75% (en dólares) anual, y en pesos UDI + 2% anual.

Fuente: CNNExpansión /