Mientras que muchos de los emprendedores a quienes he conocido y brindado mentoría durante una década han sido exitosos, he conocido igual (o incluso más) que han fracasado. Cada uno de ellos ha cometido varios de los mismos errores –algunos de los cuales pudieran haber sido fáciles de arreglar pero que, al no ser atendidos, significaron la diferencia entre éxito y fracaso.
Te compartimos cinco señales de que te estás autosaboteando y poniéndote en tu propio camino al éxito:
1. Eres incapaz de terminar una tarea
Algunos emprendedores simplemente no pueden terminar. Por la razón que sea, no importa cuánto tiempo o dinero le inviertan a una tarea, sencillamente no pueden enfocarse en hacer y terminar el trabajo. Quizás es el miedo de que el producto final podría ser mejor o se preocupan de que no sea perfecto y no puedan hacer cambios posteriormente.
Pero Seth Godin tiene razón en su libro Linchpin: Are You Indispensable? cuando escribió: “El único propósito de empezar es acabar, y aunque los proyectos que hacemos nunca finalizan realmente, deben navegar”. Si nunca cumples con fechas límite y siempre llegas tarde, al final tendrás poco que mostrarte a ti mismo. Siempre digo: si estás 80 por ciento listo es suficiente.
2. Micro-administras todo
Los emprendedores que fracasan quieren hacer todo ellos mismos. No creen que nadie más pueda hacer el trabajo, aunque esto no sea verdad. Pero aunque tuvieran la razón en este punto (lo cual sería cuestionable porque nadie es bueno en todo) es una filosofía de negocios insostenible. Si quieres crecer tu negocio y convertirte en un líder debes aprender a confiar en los demás. Todos necesitamos un equipo de soporte, hasta las personas más competentes.
3. Siempre tienes la razón
He notado que es difícil para algunos emprendedores admitir cuando han cometido un error. Pero si fallas en reconocer el error, te pierdes la oportunidad de aprender de él. Los errores son como rocas fuertes en las que pisar para alcanzar el éxito.
Pide consejos y admite cuando te equivocas, de manera que puedas seguir adelante rápidamente.
4. Haces preguntas pero no prestas atención a las respuestas
Conoces bien al tipo de personas del que hablo. Te piden tu opinión, pero realmente sólo están interesados en lo que tienes que decir si es exactamente lo mismo que ellos opinan. Esta clase de emprendedores se rodea de personas que le darán la razón. Pero eso es malo para los negocios. Tomarás mejores decisiones si abandonas tu necedad, sospesas los diferentes puntos de vista y tratas de entender otras perspectivas.
5. Siempre encuentras razones para no seguir adelante
El momento no es el correcto. La economía no está bien. No tienes suficiente capital. Cualquiera que sea la excusa, siempre tienes una. ¿Pero adivina qué? ¡Siempre tendrás razones para no salir adelante! Por eso debes crearte opciones, ser flexible y valiente. Eso es lo que realmente se requiere: tener el coraje para tomar riesgos.
Como emprendedores todos cometemos errores. Eso es parte de la diversión de estar dispuesto a arriesgarse. Pero a través de los años he aprendido que conforme más humilde eres, más probable es que tengas éxito.
Fuente: www.soyentrepreneur.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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