Un día miré un arcoíris y me alegré, quise compartirlo con las personas que se encontraban en el mismo lugar que yo, pero no alcanzaron a verlo. Entonces me inspiré y escribí el siguiente pensamiento: “Una oportunidad es como un arcoíris, repentino y fugaz, distinguida su radiante gama antes de que cese la lluvia y se oculte el sol. Cruza un arco de colores infinito, grabado en un instante en los ojos que lo admiran, desilusión a quien lo encuentra desvanecido”.
Estar atento a las señales es importante, pero éstas solamente aparecen cuando sabes con precisión lo que deseas, de lo contrario vives confundido, tratando de justificar tus acciones en opiniones externas a tu voluntad.
Cuando quieres comprarte un auto nuevo, una vez que elegiste el color y modelo, comienzan a aparecer muchos iguales al que deseas circulando junto a ti, y crees que es pero de repente, alguien te ofrece otro automóvil más económico porque es usado pero luce más elegante. Si dudas de lo que ya habías elegido, quizá te decidas por el auto usado, pero corres el riesgo de arrepentirte cuando descubras que la cantidad que te ahorraste es la misma que tendrás que gastar para reparar algunos vicios ocultos, los cuales no contemplaste cuando te aceleraste en pagar algo que ni siquiera era lo que estabas buscando, pero te convencieron porque parecía atractivo y conveniente.
El ejemplo anterior es una posibilidad, también puede suceder lo contrario: No estás segura del modelo de auto que te quieres comprar, pero te acercas a un experto de confianza para que te asesore. Entonces, esperas a informarte lo más posible antes de hacer un gasto innecesario o comprarte algo que no te satisface.
La oportunidad sería que te fascine una camioneta nueva, que consigas desembolsar tu dinero en mensualidades a un bajo interés. Distractor sería que tuvieras el dinero para irte de viaje con tu pareja o tus hijos porque tenían planeado compartir esa experiencia, pero que un hábil vendedor te ofreciera una camioneta en cómodas mensualidades y que sin necesitarla la compres.
Cuando no estés convencida de la dirección que debes tomar, es mejor que te detengas y lo pienses dos veces, antes de perder el tiempo en regresarte y volver a comenzar.
Fuente: www.mundoejecutivonews.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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