(CNNexpansion) — Las presiones en el trabajo pueden hacer que el día laboral se haga muy cansado. Pero ese sentimiento de desgano puede "esconder" no sólo estrés, sino también un problema de salud física.
En México, por ejemplo, las enfermedades parasitarias (como amibas y lombrices) son algunas de las principales responsables del bajo rendimiento laboral, comenta el especialista en medicina general, Alejandro Amado. Según datos de la Secretaria de Salud, 7 de cada 10 personas presentan este padecimiento, que está dentro de las cinco primeras causas de consulta en Unidades Familiares.
Aún más, las enfermedades infecciosas gastrointestinales más frecuentes en el país son producto de parásitos. La amibiasis intestinal es la segunda enfermedad transmisible más frecuente, existen 16 millones de portadores de amibas en todo el país, y la mayoría de ellos no presenta ningún síntoma, por lo que desconocen su estado de salud, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El agotamiento generalmente se relaciona con depresión o estrés por el ambiente que se vive en los empleos, pero pocas veces se vincula con "parásitos ocasionados por amibas, lombrices y otros bichos. Incluso, muchas personas acuden primero con un psicólogo y hacen ejercicio, entre otras actividades, para encontrar solución a su cansancio, en lugar de consultar (también) a otros especialistas", dice el médico general de la Universidad Benemérita Autónoma de Puebla, Carlos Ramírez.
Este problema de salud, explica, se genera por organismos que se alojan en el aparato digestivo y se alimentan de la comida que ingieren las personas o de su sangre. Los quistes de los parásitos están en materia fecal que al contaminar el suelo, agua, alimentos (al comer en la calle) y objetos de uso cotidiano, provoca el contagio.
De acuerdo con Alejandro Amado, uno de los principales síntomas de alarma de padecer este problema, es falta de capacidad para concentrarse en las actividades diarias o en el trabajo, dando como resultado un bajo rendimiento en el trabajo, por la anemia y desnutrición que provocan los parásitos.
"El cansancio que no se alivia después de dormir bien y de alimentarse de forma adecuada, hay que checarlo de inmediato", añade.
Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad varían según el parásito de que se trate, pero hay síntomas muy característicos (además de debilidad) como dolor abdominal, inflamación, sensación de querer ir al baño de forma frecuente, falta de apetito y pérdida de peso, explica Ramírez.
¿Las complicaciones? Uno de los riesgos de no atender un problema de este tipo es que los microorganismos crecen en el cuerpo y pueden viajar a través de la sangre, depositándose en otros órganos fuera del sistema digestivo, como en el cerebro, el pulmón y el hígado. "Eso puede poner en riesgo la vida de la persona", advierte Amado.
Adicional a visitar un especialista si sientes que el agotamiento te rebasa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tener medidas, tipo desparasitarse por lo menos dos veces al año, aún cuando no existan síntomas.
Fuente: CNNexpansión / Por: Ivonne Vargas
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