Una de las conductas humanas más arraigadas en el ámbito laboral es el halago, el cual nonecesariamente es negativo; sin embargo, cuando éste se expresa sin sinceridad y con el ánimo exclusivo de obtener beneficios específicos, puede ser contraproducente para las partes involucradas, de acuerdo con la psicóloga y coach, Selene Espinoza Arzapalo.
En un artículo publicado en la revista Quo, que al igual que IDConline pertenece al Grupo Expansión, la especialista considera que si la alabanza es sincera y justificada favorece el rendimiento laboral, e incluso ayuda a encajar la crítica cuando algo no marcha bien en los centros de trabajo, de hecho el halago “termina convirtiéndose en una especie de estrategia de marketing personal”.
Espinoza considera que es común detectar “barberos” con mayor frecuencia en hombres que en mujeres. No obstante, recomienda ser precavidos, porque este proceder tiene un lado obscuro que podría interferir en el desarrollo profesional de quien adula.
El problema se presenta cuando el adulador descuida su trabajo por los beneficios que obtiene o por el hecho de creer que por halagar a sus superiores jerárquicos, puede dejar de cumplir sus responsabilidades, provocando muchas veces el daño a un tercero (generalmente compañeros de trabajo).
Para Frances Cole Jones, consejera profesional y autora del libro How to How, existen cinco casos de “adulación positiva” en el trabajo, realizadas por los subordinados:
- llegan temprano o cuando menos, llegan siempre a la hora en punto
- se quedan hasta tarde y entregan el trabajo en tiempo y forma
- asisten a todas las reuniones de trabajo programadas y participan en ellas proactivamente
- se ofrecen como voluntarios, apuntándose para desarrollar tareas adicionales a las que ya le habían sido asignadas, y
- son flexibles, versátiles, creativos, comprometidos y halagadores con el trabajo de sus superiores
Contrario a lo que ocurre con los “barberos” negativos, quienes pueden tener cualquiera de los siguientes perfiles:
- Reptil hacendoso. Se consideran víctimas del downsizing (despido laboral) y del síndrome del superviviente. Por miedo, van al trabajo aun enfermos
- servilista. Halaga permanentemente a sus jefes con el propósito de no evidenciar su incompetencia y como consecuencia abrirse paso en el sistema de intercambio de favores y deudas
- Encantador. Es reconocido como el rey del marketing personal, porque se gana la confianza de sus jefes recordándoles constantemente sus propias cualidades, y
- Manipulador. Es todo un estratega profesional debido a que conoce las debilidades y los gustos de su jefe y los utiliza para ganarse su empatía
También existe una subespecie de la adulación laboral que va dirigida específicamente para conseguir la confianza de los clientes y con ello terminen por adquirir un producto o servicio.
Como se observa existe la adulación buena y mala dentro del campo de batalla laboral, lo cual es imposible de prohibir o limitar, sin embargo para evitar ser manipulados es indispensable que los líderes conozcan los perfiles del personal a su cargo y en caso de estar ante la presencia de una conducta de esta naturaleza puedan identificarla y reaccionar de manera estoica.
Fuente: www.idconline.com.mx /
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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