Las oficinas, por lo general, tienen espacios reducidos, se separan por cubículos o incluso sólo cuentan con escritorios, lo que muchas veces no permite tener una gran privacidad, dejando al descubierto todas las conversaciones e intimidades.
Este sistema de trabajo, en ocasiones, significa escuchar música que no queremos, conversaciones ajenas y ruidos molestos de los demás. Finalmente, algunos optan por usar audífonos y escuchar música para poder concentrarse.
Sin embargo, nunca falta el compañero que habla exageradamente fuerte por teléfono en horario de trabajo, que ni siquiera con audífonos podemos evitar, obligándonos a escuchar detalles insólitos, acerca de su vida. Pero lo más desagradable no es lo que dice, sino el tono que ocupa al hacerlo: alto, claro y extremadamente invasivo.
Se entiende que, en la oficina, como en cualquier otro lugar, existen diversas creencias, costumbres y comportamientos, pero el respeto y la tolerancia son dos aspectos fundamentales que deben estar siempre presentes en toda convivencia, pues de otra manera es imposible mantener buenas relaciones interpersonales.
En estas situaciones el sentido común debe operar, ya que compartimos un lugar cerrado destinado al trabajo y debemos entender que nuestros compañeros están concentrados desarrollando sus labores.
Sin embargo, existen personas que insisten en hablar fuerte por teléfono, y no les importa si interrumpen la concentración de los compañeros. Pero, ¿por qué actúan de esta manera?, expertos señalan que existen personas más bulliciosas que otras debido a los rasgos de su personalidad y que les impiden ajustarse a estos ambientes.
La psiquiatra Gema Cabrera, especialista en comportamiento humano, señala que “el interrumpir el trabajo del otro, más que por falta de modales, es porque a veces somos tan autorreferentes que no vemos al otro y por ende, no podemos ver sus necesidades”.
Este tipo de conductas no sólo afecta a los compañeros, sino que también la imagen y el profesionalismo de una persona, lo que se traduce, en no respetar el entorno ni mucho menos ser empático con él. Así, es necesario fomentar el respeto en todos los lugares de trabajo, ya que es un valor fundamental para hacer posible las buenas relaciones interpersonales y la comunicación eficaz.
¿Qué hacer? 1. El primer paso es conversar con la persona ruidosa, claramente con respeto y explicando cómo afecta a los demás. 2. Escoger un lugar para realizar las llamadas telefónicas de larga duración o personales, alejándose del resto, y así poder tratar los asuntos en un lugar más aislado. 3. Un buen recurso, es tomarlo con un poco de humor, pasar por el lado y decirle lo que debe responder a la persona que le está llamando. Esto siempre ayudará a distender el ambiente.
“Las llamadas telefónicas también generan conflictos en las reuniones, y es que hay personas que se alejan del resto para atender una llamada, pero aunque traten de ser respetuosos, en ocasiones, esto de igual manera es una falta de respeto, ya que la persona que está exponiendo ha dispuesto un tiempo determinado para revisar asuntos en conjunto y, por lo tanto, merece toda su atención”, señala Margarita Chico, Directora Corporativa de Comunicación del portal de empleo Trabajando.com Se agradece la difusión de la presente información.
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Publicado por: TuDecides.com.mx
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