Hoy en día, las grandes economías y los mercados emergentes como México se ven afectados por un bajo crecimiento económico mundial, inestabilidad financiera y volatilidad cambiaria. En estos tiempos, líderes políticos y empresariales discuten la importancia de la innovación como la mejor herramienta para fomentar la expansión económica.
En la reunión más reciente del Foro Económico Mundial se habló de la llegada de la Cuarta Revolución Industrial, una nueva “época” caracterizada por innovaciones revolucionarias en robótica, inteligencia artificial y sectores relacionados con el uso de internet (manejo de datos masivos, software y desarrollo de aplicaciones), sectores centrales en la economía del futuro, gracias al abaratamiento tecnológico y la reducción de costos en la transferencia y manejo de datos.
Desde la invención de los aviones, pasando por el descubrimiento accidental de los antibióticos, hasta el desarrollo y aplicación de los semiconductores, la innovación tecnológica ha mejorado la vida de millones de personas a través de nuevos productos y servicios.
Sin embargo, hoy en día existe una marcada concentración en la generación de innovaciones con alto potencial. Japón, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y Corea aglutinan 75% de las solicitudes de patente en los ámbitos de innovación más revolucionarios, como son la robótica, la impresión 3D y la nanotecnología.
Empresas japonesas como Toyota, Honda y Nissan encabezan la innovación en robótica. En patentes de nanotecnología, Samsung, de Corea, es el líder. En el caso de patentes de impresión 3D, las estadounidenses 3D Systems y Stratasys llevan la delantera.
China es el único país emergente que se encuentra entre los líderes de las industrias avanzadas. Desde 2005, las patentes solicitadas por China en impresión 3D y robótica representan más de 25% del total de las solicitudes mundiales. En nanotecnología, las solicitudes chinas conforman cerca de 15% del total, con lo que el país asiático se ubica en el tercer mundial lugar en cuanto al volumen de solicitudes presentadas.
China tiene una importante participación de universidades públicas e instituciones de investigación en la solicitud de patentes. Este fenómeno es importante, ya que la nanotecnología, la impresión 3D y la robótica son sectores en que las universidades son importantes productores y solicitantes de patentes mundiales.
La concentración de las innovaciones más prometedoras implica una mayor desigualdad. ¿Qué sucederá con naciones que no poseen un desarrollo tecnológico avanzado? ¿Podrán participar en esta nueva revolución industrial o serán meros consumidores de los nuevos avances?
¿Qué pasa con México?
En nuestro país, los centros universitarios públicos y privados son de gran importancia para la generación de innovación. En materia de solicitud de patentes vía instituciones universitarias, las principales solicitantes son la UNAM, el Tec de Monterrey y el Cinvestav del IPN.
En 2014, el número de patentes solicitadas a nivel internacional por estos centros fueron: 12 por la UNAM, 7 del Tec y 6 del Cinvestav. Con estas cifras, los centros mexicanos se ubican en el lugar 1,789, 2,833 y 3,244, respectivamente, entre todos los solicitantes de patentes a nivel mundial.
A pesar de esta cruda realidad, ¿los mexicanos podemos aprovechar las oportunidades derivadas de la nueva revolución industrial? La respuesta es positiva, si nos concentramos en áreas dónde nuestro país disponga de ventajas.
Por ejemplo, el Índice de Evolución Digital señala que México tiene potencial en el ámbito de negocios digitales. Con una población joven numerosa, una alta penetración de telefonía móvil y uso de internet, consumidores exigentes con preferencias por nuevos productos y servicios digitales, los mexicanos podemos pasar de ser meros consumidores digitales a ser proveedores de aplicaciones, plataformas y contenidos digitales altamente competitivos.
México está catalogado como un país de avance rápido o break out digital, al registrar durante los últimos 5 años avances en sus instituciones, condiciones de demanda y factores prodesarrollo del ecosistema digital.
Con estos avances existe oportunidad de engancharnos a la nueva revolución industrial a través sectores como las compras electrónicas, la innovación digital automotriz y las industrias creativas:
1.- Las compras electrónicas son lo de hoy
Las compras en línea son cada vez más populares entre los mexicanos. Ropa, accesorios de computación, descargas digitales y boletos para eventos y viajes son los principales productos comerciados online.
La mayoría de los consumidores compran a través de los dispositivos fijos PC/laptop/tablet. Sin embargo, realizar compras desde smartphones es cada vez más frecuente. La preocupación principal de los mexicanos en cuanto a compras en línea es la seguridad de su información al realizar pagos.
Esto abre la puerta al desarrollo de plataformas y apps adecuadas a las particularidades de nuestra cultura. Conocer las preferencias y los aspectos culturales “desde adentro” es una ventaja para los desarrolladores que apuesten por las plataformas de compras electrónicas.
2.- Revolucionando la industria automotriz
Las tecnologías digitales están modificando la industria automotriz. Un vehículo conectado a su usuario vía internet hoy en día es una realidad. Gracias a distintas aplicaciones, conducir un automóvil se ha transformado en una experiencia de movilidad que puede ser moldeada por las preferencias digitales del conductor.
Nuestro país es líder en la producción de vehículos a nivel mundial. Si se considera la cercanía geográfica y la elevada interacción económica que tenemos con el mayor mercado automotriz del mundo (EU), innovar en los aspectos digitales de la experiencia de transporte es una alternativa prometedora.
Los servicios de geolocalización y las aplicaciones asociadas a éstos son un interesante mercado por explotar, y que pueden favorecer dinámicas de intercambio y adopción de tecnologías mexicanas a través de la producción de automóviles “Made in Mexico”.
3.- Industrias creativas
En Latinoamérica, México es líder en ventas de videojuegos, es el mayor mercado de taquilla en salas de cine y el segundo mercado de medios y entretenimiento, sólo después de Brasil. Además, encabezamos la producción y comercialización
de contenidos audiovisuales (incluidas las telenovelas) para el mercado hispanohablante.
En este ámbito, México basa su ventaja en el “cómo hacer” más que en el “con qué hacer”. La oferta de contenidos a través de plataformas digitales dirigidos a regiones afines culturalmente, es un nichos de mercado prometedor.
En la nueva economía derivada de la innovación, el principal activo es el conocimiento. Las industrias exitosas serán aquellas que generen nuevo conocimiento, o bien, las que encuentren maneras novedosas de transformar el que ya poseen.
Fuente: www.forbes.com.mx / Por: Paola Vanessa Palma | Twitter: @PaolaVPalma
Publicado por: TuDecides.com.mx
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