Desempleo, una realidad que se multiplica en México

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de desempleo con cifras desestacionalizadas (que son las que estadísticamente tienen mayor validez, porque que no considera eventos estacionales del año como la Navidad, fiestas patrias o semana Santa) han aumentado a lo largo de los últimos 13 años.

En 2000, el promedio de este indicador fue de 2.6%, mientras que el año pasado la tasa de desempleo promedio alcanzó 4.9%. Esto significa que se ha casi duplicado y es un reflejo de la realidad que día con día viven cientos de miles de mexicanos.

Recordemos que para obtener la tasa de desempleo el INEGI considera a la Población Económicamente Activa (PEA), que son las personas de 14 años o más que viven en México. Durante 2013, el promedio de la PEA fue de poco más de 52 millones de personas, casi 44% de la población del país, de los cuales 2.5 millones de mexicanos estaban desocupados o desempleados.

Cuando ahondamos más en las características de la población que estuvo desempleada en 2013 encontramos cosas muy interesantes. Por ejemplo, el 91% de los desempleados contaban con experiencia profesional y sólo el 9% no la tenían.

Eso quiere decir que en la actualidad contar con experiencia profesional no es garantía de encontrar empleo.

A su vez, por grupos de edad, el 44.9% fueron personas de entre 25 y 44 años, 37% de 14 a 24 años y 16.4% de entre 45 y 64 años. En este punto me detengo porque es muy grave que un país tenga un porcentaje tan alto de personas desempleadas en la plenitud de sus vidas, entre lo 25 y 44 años.

Si están buscando el problema del bajo crecimiento económico, este es un elemento fundamental del análisis, además de lo que ya se ha mencionado como es: el lento crecimiento de la economía estadounidense, la lentitud del gasto presupuestario y los problemas en la industria de la construcción.

Ahora, en cuanto a los desempleados por nivel de instrucción o educación hay una enorme y desagradable sorpresa. Resulta que el 38% de la población desocupada cuenta con nivel medio superior o superior, el 37% tiene la secundaria, 17% secundaria y 7% primaria incompleta.

Es lamentable que la mayoría de los desempleados durante 2013 fueran personas con estudios de preparatoria y licenciatura.

Esto sin duda debería poner a reflexionar a las autoridades, porque ya no estamos hablando de personas que no tienen ni la primaria, sino de profesionistas.

Particularmente esta cifra nos deja perplejos y es fundamental que tanto el gobierno como las empresas empiecen a actuar, porque si bien se dice que las reformas estructurales van a traer el crecimiento económico que México necesita yo veo muy complicado alcanzar dicho objetivo con los niveles de desempleo que existen actualmente.

Las empresas deben comprender que si la población está desempleada se reduce la demanda, lo que implica menos ventas y, al final, menos ingresos y ganancias para ellas. Por otro lado, el gobierno debe hacer más por su gente, repartir el gasto entre toda la población y no sólo entre unos cuantos, porque a largo plazo el problema se puede salir de control, sobre todo si los individuos no tienen siquiera la posibilidad de integrarse en la actividad económica, de impulsar el crecimiento y desarrollo de la misma, ni las condiciones mínimas de vida que todo individuo se merece.

Fuente: www.altonivel.com.mx  Por Lizethe Méndez, economista y coeditora de Alto Nivel