TOKIO (Reuters) — La actividad económica de Japón se contrajo en el segundo trimestre al ritmo más fuerte en siete años, aumentando los temores de que la segunda economía mundial se haya hundido en una recesión mientras la expansión global muestra nuevas señales de perder impulso.
Los consumidores y las compañías recortan el gasto mientras tratan de adecuarse a los altos costos de la energía y las materias primas.
La propagación de los problemas de la desaceleración estadounidense perjudica a las exportaciones hacia las naciones emergentes, lo que podría marcar el final de la fase de crecimiento más larga que registró la economía japonesa desde la Segunda Guerra Mundial.
La contracción, de 0.6%, igualó las previsiones del mercado y fue el mayor declive trimestral desde el 2001, la última vez que Japón estuvo en recesión después del estallido de la burbuja de Internet.
"Los datos dieron la impresión de que la economía ha entrado en una recesión, y yo creo que está en una", dijo Takahide Kiuchi, economista de Nomura Securities.
El ministro de Finanzas, Bunmei Ibuki, dijo que Japón enfrenta una "estanflación", como se denomina a una situación de alta inflación en una economía estancada, y que el gobierno actuaría para responder a los problemas.
Los economistas están divididos con respecto a si la economía se contraerá aún más en el trimestre en curso, entrando en la definición de recesión usada en Japón.
Pero sí coinciden en que el retorno al crecimiento sería débil y dependerá fuertemente de un retroceso de los precios del petróleo y de lo rápido que repunte la economía mundial.
"Todavía existe cierta posibilidad de que el PIB (producto interno bruto) retorne a territorio positivo en el trimestre julio-septiembre, pero la tendencia a la baja probablemente continúe", dijo Yoshikiyo Shimamine, economista del instituto de investigaciones Dai-ichi Life Research Institute.
Muchos economistas dicen que la economía japonesa está mucho mejor que cuando sufrió los declives de 1998 y el 2001, porque las compañías han saneado sus hojas de balance tras el colapso de una burbuja de activos en la década de 1990.
Los rendimientos de la deuda pública japonesa a 10 años bajaron a un mínimo en cuatro meses pues los datos confirmaron las expectativas de que el Banco de Japón mantendrá las tasas de interés sin cambios por varios meses y difícilmente las recorte desde el nivel de 0.5%.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó 2.1%. Las acciones de los exportadores lideraron las pérdidas después de que las cifras reforzaran las preocupaciones sobre el panorama económico tanto a nivel doméstico como en el exterior.
Muchos economistas y funcionarios dicen que Japón está cayendo en una recesión, o ya está en una, terminando un ciclo de crecimiento que empezó a inicios del 2002, el más largo en seis décadas. La definición de recesión en Japón es menos estricta que en otros países desarrollados.
Mientras que en Japón una recesión es, en general, una fase de debilidad económica, en otros países se define como dos trimestres seguidos de reducción del PIB.
Sobre una base anualizada, la economía japonesa se contrajo el 2.4%, el primer declive en un año, comparado con el crecimiento anual de 1.9 en el mismo trimestre en Estados Unidos, donde unas devoluciones de impuestos revitalizaron a la alicaída economía.
Publicado por: TuDecides.com.mx
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