(CNNExpansión) En tres años la economía mexicana se ha recuperado de la recesión de 2009, sin embargo, la situación del mercado laboral es grave por la creación de fuentes de trabajo escasas y en condiciones de precariedad, advierten economistas.
El salario base de cotización no ha recuperado el poder de compra que tenía antes de la crisis y desde junio de 2008 hasta 2012 acumula una pérdida real de 1%, detalla el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
Después de cuatro años del inicio de la crisis, el ingreso mensual de los trabajadores del sector formal se ha reducido en 73 pesos, agrega el Centro en un análisis relacionado con la caída del poder de compra del salario.
El número de personas que percibe más de tres y hasta 5 salarios mínimos disminuyó en 559,329 durante el último año, y pasó de 7 millones 754,355 en el segundo trimestre de 2011 a 7 millones 287,852 en 2012.
Por otra parte, el número de trabajadores que perciben hasta un salario mínimo aumentó en 800,000 hasta 6.7 millones, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
"El empleo que se está generando tiene ingresos más bajos y la gente que busca una oportunidad, lo hace en condiciones de menores salarios", recalca José Luis de la Cruz, director del Departamento de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey.
El miércoles pasado, el presidente Felipe Calderón Hinojosa destacó que se han creado 554,000 nuevos empleos en lo que va del año, aunque reconoció que "aún falta mucho por hacer".
El mandatario federal resaltó que en lo que va de su administración se han generado en todo el país 2 millones 200,000 empleos netos formales, lo que constituye el segundo periodo más alto en la historia del país en esta materia.
Sin embargo, el director para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, contradice las cifras oficiales y asegura que "la generación de empleos ha sido muy pobre en este sexenio, porque no se ha creado el millón de nuevas fuentes de trabajo que el presidente prometió durante su campaña".
"El promedio en seis años debe ser de alrededor de 500,000, la mitad de lo que se prometió y de lo que realmente necesita la economía para absorber la fuerza de trabajo adicional que se agrega al trabajo cada año", consideró.
Reducir los salarios con la intención de estimular la competitividad y disminuir el desempleo puede producir el efecto contrario, advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según el organismo, una disminución de los salarios tiende a generar un incremento de las exportaciones, pero también deprime el consumo interno, lo que afecta el crecimiento. Ante el nivel de incertidumbre económica, no está claro si los recortes salariales generarían los incentivos suficientes para aumentar las inversiones.
"Cuando la disminución de salarios reduce el consumo interno más de lo que incrementa las exportaciones y las inversiones, se produce un efecto negativo sobre el crecimiento económico de un país", indicó Patrick Belser, economista principal del Programa sobre las condiciones de trabajo y empleo de la OIT y editor principal del Informe mundial sobre salarios de la OIT.
Las cifras duras del mercado laboral
La Población Económicamente Activa (PEA) se ubica en 50 millones 905,586 trabajadores, el 28% de ellos (14.2 millones de personas) encuentran en el sector informal un medio de subsistencia.
28 trabajadores de cada 100 se ocupan en el mercado informal, expone José Luis de la Cruz; sin embargo, si a la PEA ocupada se le resta la gente que no tiene trabajo, entonces "casi 30 de cada 100 mexicanos que laboran están oficialmente en la informalidad, una cifra histórica que se alcanzó en el sexenio del presidente Calderón", agregó el catedrático del Tec.
A partir de que comenzaron a registrarse en las estadísticas del mercado laboral -en el segundo trimestre de 2000- los trabajadores en el sector informal eran aproximadamente 10.3 millones de personas, (27.3% de la PEA); "a finales de 2006 cuando inicia el presente sexenio eran 11.4 millones (26.6%) en la economía informal y hoy son 14.2 millones", recalcó.
El panorama se refleja en la agudización de la pobreza y el deterioro del mercado interno. Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), para el segundo trimestre de 2012, revelan una caída importante de las condiciones laborales.
La PEA es de 51 millones de personas, de las cuales 48.4 millones tienen una ocupación y 2.5 millones no tienen trabajo, cifra inferior a lo observado en países con un PIB similar al de México; sin embargo, el desequilibrio en nuestra nación no es algo menor, resalta de la Cruz.
Solamente 17 millones de mexicanos tienen una fuente laboral con acceso a la seguridad social, por lo que más de 31 millones carecen de una prestación básica.
Además, 15 millones de trabajadores no cuentan con un contrato legal que los vincule con sus patrones, por lo que mantienen una relación laboral altamente volátil. El marco de ocupación precaria lo completan la economía informal y los micro negocios.
En el primer caso hay 14.2 millones de personas que no han encontrado una oportunidad de trabajo en el mercado formal, mientras que en el segundo aspecto hay casi 20 millones de trabajadores, 11 millones de los cuales laboran en micro negocios sin establecimiento y prestaciones sociales.
El académico detalla que se aprecia un incremento de 5.4% de los trabajadores no remunerados, es decir 3.1 millones; 807,000 trabajadores se incorporaron al grupo que percibe hasta un salario mínimo, al igual que 853,000 se sumaron al que devenga entre 1 y 2 salarios mínimos.
En contraste, hubo un decremento de 6.0% y 2.4% en los segmentos con ingresos entre 3 y 5 salarios mínimos y más de 5 salarios mínimos respectivamente; 4 millones de mexicanos no recibieron ingresos a pesar de encontrarse ocupados; y 6 de cada 10 mexicanos ocupados no tiene acceso a la salud.
Crecimiento económico insuficiente
El dato del crecimiento de 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB) de México al segundo trimestre de 2012 fue sorpresivo y desestimulante, agrega Coutiño de Moody´s Analytics. "Se esperaba una expansión mayor o mejor que la cifra del trimestre anterior; no fue así y es una mala señal para la economía porque indica que la desaceleración abarcará los últimos tres cuartos del año".
En su opinión, aunque se han creado más de 500,000 empleos en la primera mitad de 2012, es previsible que haya una contracción.
"El cambio de administración genera desempleo. Unos llegan, pero muchos se van y hay un ajuste en las cuentas fiscales, por lo que las perspectivas para el empleo en lo que resta del año no son positivas", explica Coutiño.
La distribución de la riqueza está empeorando, expone a su vez el catedrático del Tec. "Se está concentrando en menos manos y es claro que el crecimiento económico del segundo trimestre de 2012 no llega al bolsillo de los trabajadores, ni en forma de mejores salarios ni prestaciones sociales".
El economista de la OIT Patrick Belser advierte de que "si la disminución competitiva de los salarios es perseguida simultáneamente en todos los países, los beneficios competitivos se anularán, y el efecto regresivo de la reducción global de los salarios conducirá a una depresión de la demanda agregada y del empleo".
Un crecimiento de salarios sistemáticamente superior al crecimiento de la productividad laboral es insostenible. También lo contrario es cierto. "El objetivo es que los salarios y la productividad crezcan al mismo ritmo", concluyó Belser.
Las crisis generalmente producen un aumento en la productividad, pero provocan una reducción en el empleo y México no escapó a este efecto de despido laboral en 2009, recuerda el economista de Moody´s Analytics Alfredo Coutiño. Sin embargo, en los primeros dos años del presidente Calderón no se puede culpar a la crisis del aumento del desempleo y poco empleo generado en el país, puntualiza.
"Hay un problema general, en el mundo, pero en el caso de México es un problema estructural de fondo, por el bajo potencial productivo de la economía", considera.
Inflación, golpe al bolsillo de los trabajadores
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados precisa que en la última década el salario base de cotización real ha crecido en promedio 0.9% anual, pero en los últimos cuatro años acumula una pérdida de real de 1%.
El mercado interno depende del incremento sostenido del ingreso laboral, lo que significa que de mantenerse con tasas de crecimiento negativas, las familias no podrán incrementar su gasto en bienes de consumo, afectando sin duda el crecimiento económico del país, destaca el informe.
Hay un efecto doble para los trabajadores, expone Coutiño de Moody´s. Por un lado, un crecimiento bajo implica que la economía no puede crear la cantidad de empleos que se necesitan y, por otro, al generar un ingreso menor la parte que se dedica a los salarios también es menor y el nivel de ingreso tiende a ser menor.
"Si a eso se le agrega una inflación por encima del objetivo de 3%+/-1 punto, que lo más seguro sea que termine el año en alrededor de 4% o 5%, implica un deterioro en el poder adquisitivo real en los salarios 2012", indica.
"Esa es la herencia que está dejando este Gobierno al próximo y es contraproducente para hacer crecer a una economía, porque con bajos salarios se debilita el mercado interno", finaliza el catedrático José Luis de la Cruz.
Fuente: CNNExpansión / Por: Isabel Mayoral Jiménez
Publicado por: TuDecides.com.mx
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