Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Lo crucial es que aprendamos de ellos. Y en particular, en esta cultura de encubrimiento, que los asumamos y los compartamos con los demás para que todos podamos aprender y crecer.
No siempre será divertido. Compartir una historia de advertencia sobre el fracaso, por ejemplo. Pero abrazarlo y compartirlo, pensar en lo que salió mal para corregirlo la próxima vez, traerá consigo respeto.
Líderes auténticos, compasivos, transparentes con una pizca adicional de curiosidad son el futuro. Sin embargo, para fomentar todas estas cualidades, no se puede liderar sin respeto. Así que trágate tu orgullo y comparte las lecciones aprendidas. Al hacerlo, te ayudas a ti mismo y ayudas a los demás. Es un ganar-ganar.
Vamos al grano. ¿Cómo puedo contribuir a esta conversación, ahora que he establecido el contexto? A pesar de las dificultades que han enfrentado los negocios en estos años, el nuestro ha crecido rápidamente, adaptando el modelo de negocio, evolucionando y entrando en nuevos mercados. Todo esto lo consideraría un logro, pero también hubo obstáculos. Quien dijo que el camino al éxito estaba lleno de dificultades, tenía razón.
Estas son las principales lecciones que aprendí de nuestro viaje:
La cultura es el rey
Estoy totalmente a favor del valor de la cultura. Puedo hablar poéticamente sobre esto durante horas. No puedo subrayar lo suficiente su importancia para un lugar de trabajo sostenible, ágil y feliz. Las personas felices equivalen a clientes felices, y los clientes felices equivalen a un negocio feliz.
Con frecuencia, en tiempos de crecimiento rápido, se priorizan los números y las métricas por encima de cosas menos tangibles. Sin embargo, el crecimiento no puede ser sostenido sin estas bases, valores y culturas sobre los cuales se pueden lograr grandes cosas. Aunque tengas una gran cultura, particularmente en tiempos de crecimiento, es necesario priorizarla.
Piénsalo. Con frecuencia nos involucramos en proyectos que tienen una fecha límite apretada y ofrecen grandes resultados. Sin embargo, si nadie en el negocio sabe cuál es la visión, o cómo este proyecto y sus asombrosos resultados sumarán al propósito general, el crecimiento no será sostenible.
Recordar quién eres como negocio es crítico.
La comunicación es la reina
Lo siguiente es articular esto a tus equipos. Definir la estrategia y alinearla con tu cultura y valores es una cosa. Comunicar esto al equipo e involucrarlo es otra.
Vuelvo a mi ejemplo anterior. Cuando te centras en el retorno de la inversión de un proyecto, puede ser fácil perder a las personas en el camino (física y mentalmente) si no las mantenemos al día y logramos su aceptación. Si las personas no están comprometidas, o no están conectadas con tu misión y visión y entienden el papel que juegan, será difícil liderar a través del crecimiento rápido.
Es paradójico, sin duda, dado el efecto financiero que sabemos que el compromiso puede provocar.
Las personas son los príncipes y las princesas
Esto tiene dos elementos. Tu gente y tus clientes. Empezaré con tu gente. Ellos son tu mayor y más poderoso activo. Los contrataste porque son increíbles, encajan con tu cultura y tu negocio. Son la razón por la que estás en esta etapa del negocio.
Entonces, ¿qué nos lleva a contratar tan rápido cuando crecemos? ¿Para llenar el puesto, tachar el pendiente y seguir adelante? Todos sabemos el costo que tiene para el negocio contratar a la persona equivocada, tanto financiera como culturalmente. Porque el tiempo no es nuestro amigo. ¿Sabes qué? Tómate el tiempo. O arrepiéntete después.
Entiendo que los roles necesitan llenarse rápidamente, pero es crítico tomarse el tiempo para identificar lo que un puesto realmente requiere. Qué habilidades son imprescindibles y, igual de importante, cuáles son las características y actitudes imprescindibles para el puesto y la empresa. Es cuestión de actitud versus aptitud.
Comienza con la persona adecuada, invierte en ella, dale responsabilidad todos los días. Así es como se construye una empresa que crecerá en el futuro.
Igual de importantes son tus clientes. Sin ellos, no hay negocio. Las empresas exitosas se construyen alrededor de sus clientes; superando expectativas y sobresaliendo en el servicio. Para hacer esto, necesitas entender sus necesidades y deseos, y superarlos. Necesitas estar en constante comunicación, escuchando activamente sus comentarios. Confío en que esto sea lo que está estimulando tu crecimiento. Debería ser un factor de impulso.
Prepárate para el éxito
El crecimiento no lo es todo. No siempre significa éxito y seguridad. Pero si estableces las bases, puede serlo. Así que antes de lanzarte de cabeza, da un paso atrás y evalúa el estado actual. Identifica las áreas de mejora y arréglalas. Escalar con problemas solo sirve para intensificarlos.
Persigue el crecimiento solo cuando estés preparado para tener éxito. Puedes crecer de forma exitosa y duradera si ya estás dando lo mejor de ti mismo.
Fuente: Entrepreneur / Por: Joanna Knight
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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