Quieres tener éxito, entonces, ¿por qué no llega... fácilmente? ¿No has trabajado lo suficiente? ¿No le has dedicado tiempo? ¿Es una agonía? Seré honesto: este tema es doloroso para mí. El reciente lanzamiento de mi producto fue un fracaso, y me sentí devastado. Luego encontré una motivación para levantarme y hoy quiero compartirla contigo.
Porque una cosa es segura: fallarás en algo este año; seguro el fracaso nos alcanza a todos. Pero solo seremos juzgados por cómo respondamos.
He aquí mi historia: pasé todo el 2023 construyendo un boletín sobre cómo ser exitoso y sentirse más satisfecho. Lo hice crecer hasta llegar a 45,000 suscriptores. En noviembre, lancé una versión mejorada de paga. Después de una semana, solo 14 personas se habían suscrito. Para que quede claro: adoro a esas 14 personas, pagaron porque confían en mí, y eso es un honor. Pero, si hablamos en números puros, 14 son el 0.031% de mis suscriptores. Así que, aunque estaba muy agradecido, también sentí pánico y vergüenza. ¿Había calculado mal? ¿O será que simplemente no soy lo suficientemente bueno?
Entonces pensé en emprendedores como tú, que me cuentan sus miedos e inseguridades. Me di cuenta de algo: ha pasado ya tiempo desde que me sentí como un completo fracaso, y he podido conectarme profunda y emocionalmente con lo que los lectores estaban diciendo y necesitando.
Fue entonces cuando pensé en tres palabras que lo cambiaron todo: Esto es útil.
¡Este fracaso me ayuda a acercarme más a las personas a las que sirvo! Me da nuevas ideas. Nuevas perspectivas. Y la misión de hacerlo aún mejor.
Cada vez que falles, pregúntate a ti mismo: ¿Para qué sirve este fracaso? Y enfatiza realmente el "para qué". ¿Qué propósito puede tener?
Los fracasos se enredan con nuestra inseguridad y la forma en la que le damos vuelta a las cosas: ¿todas esas horas de trabajo fueron desperdiciadas? Si estabas tan lejos del objetivo, ¿era una batalla perdida? Y esa incertidumbre dentro de ti se convierte en un lastre que te jala hacia el fondo. Es doloroso porque tú ¡nosotros! somos personas de acción, queremos seguir adelante y el fracaso parece el fin de todo.
Pero, ¿y si ese lastre sirve para algo? ¿Y si en realidad es una llave diseñada para una cerradura específica? ¿Y si ese doloroso fracaso no es el fin de las cosas, sino simplemente una reorientación, y se convierte en la herramienta que necesitabas para completar tu misión?
Algunos amigos emprendedores me han dicho: "En realidad no fallaste", los lanzamientos son difíciles. La gente necesita tiempo para decidir ¡y 14 personas están bien para un nuevo producto! (El número ha crecido desde entonces). Lo reconozco y todo esto solo demuestra que el fracaso es una cuestión de perspectiva, y yo necesitaba corregir la mía.
Entonces, ¿debería haber compartido todo esto? Algunos podrían argumentar que no, que es vergonzoso. Nunca deberías de revelar tus números, pero esta es la razón por la que lo hice.
Recientemente entrevisté a Jacob Morgan, experto en liderazgo y autor de Leading with Vulnerability (Liderando con vulnerabilidad). Él dice que hemos malinterpretado la vulnerabilidad. En el ámbito laboral, hemos llegado a idealizarla, asumiendo que la vulnerabilidad genera confianza. Pero Jacob encuestó a 14,000 empleados y encontró algo más complejo.
"Ser completamente vulnerable en el trabajo puede perjudicarte más que beneficiarte. En cambio, los líderes deberían liderar con ella. Reconocer debilidades y luego diseñar un plan. Jacob afirma: 'La vulnerabilidad crea conexión, pero también necesitas demostrar competencia'".
Esta es la última lección que extraigo de esta experiencia, si simplemente te digo que he fallado es poco probable que te inspire. En lugar de eso, te contaré mi plan: estoy utilizando el fracaso. Estoy probando distintas formas de presentar mi propuesta, entrevistando a suscriptores y trabajando para construir algo valioso para 14 personas, luego para 140, luego para 1,400, y más.
Porque eso es lo que hacemos cuando fallamos, ¿verdad? Las personas de acción no se sientan y cruzan los brazos, resuelven. Probamos cada llave en cada puerta, incluso cuando las puertas permanecen cerradas. Seguimos intentándolo aun cuando se vea difícil, especialmente cuando se ve complicado. Esto suena a cliché, lo sé, pero es porque lo difícil es difícil, muy difícil, todos lo hemos experimentado, y los mejores lo hemos aprovechado y vivido para contarlo.
Fuente: Entrepreneur / Por: Jason Feifer
Publicado por: TuDecides.com.mx
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