Me encanta la tarjeta de crédito y sí, no me agrada pagar con efectivo. El efectivo se me puede perder, me lo pueden robar y corro el riesgo que de cambio me den un billete o una moneda falsa que no podría gastar porque estaría cometiendo un delito.
Además, el efectivo no es bueno con el medio ambiente: se necesita papel y otros insumos para fabricarlo y se tiene que trasladar. El dinero electrónico es seguro, limpio y práctico.
Dependiendo de la tarjeta de crédito que tengas, este instrumento te puede dar atributos como generar millas aéreas, puntos para adquirir cosas o cash back, acceso a salones en los aeropuertos, concierge y un largo etcétera. El efectivo no te da nada de nada.
Si gastas con efectivo, generalmente te quedará algo de cambio en la bolsa y lo vas a malgastar. Con la tarjeta no pasa eso.
Otra de las ventajas de las tarjetas es la posibilidad de poder pagar las compras a muchos meses sin intereses. En algunas ocasiones se nos olvida que las compras a meses sin intereses son una forma de crédito.
Si no contamos con un presupuesto previo para conocer nuestra capacidad de pago para hacerle frente a un crédito y acumulamos varias compras bajo este esquema, nos arriesgamos a que se nos pase la mano, sobrepasando nuestras posibilidades económicas y llegamos a dejar de pagar puntualmente nuestros créditos o sobregiramos nuestras tarjetas. Ninguna de esas dos cosas se ve atractiva en el Reporte de Crédito de Buró de Crédito.
Con la finalidad de que tengas experiencias felices con tu tarjeta te recomiendo lo siguiente:
Sin importar si decides comprar con crédito o de contado, realiza un presupuesto. Considera tus ingresos totales menos tus gastos y destina también recursos para el ahorro, la inversión, seguros y aportaciones adicionales para el retiro. Lo que reste, es tu capacidad de pago y por ende, lo que podrás utilizar para comprar productos y servicios. En temas porcentuales, no más del 30% de tus ingresos deben ser destinados al crédito.
Consulta tu Reporte de Buró de Crédito antes de realizar compras a crédito; podrás visualizar las características y el estado actual de tus financiamientos y la forma en que los has pagado.
Evita sobregirar tus tarjetas de crédito o acumular demasiadas compras a meses sin intereses. Deja disponible al menos el 30% o 40% de tus líneas de crédito para solucionar cualquier imprevisto en el futuro.
Programa el pago mensual de cada consumo a meses sin intereses. Esto es un buen incentivo para que, si no solías hacer un presupuesto, a partir de ahora comencemos a hacerlo para favorecer que cumplas a tiempo con los pagos y mantengas los beneficios de las promociones. Si no somos cuidadosos en este punto y tenemos retrasos, se generarán intereses sobre el total del consumo, así que es básico tener claras nuestras fechas de pago y las cantidades que debemos cubrir antes de su vencimiento.
Antes de comprar, compara artículos; fíjate en sus características y calidad. Busca el mejor precio y las mejores condiciones de pago. Si lo que estás buscando es un crédito, compara las características del producto y su costo para saber cuál es el que te conviene más.
Recuerda que “Contante y Sonante” es la sección de opinión de +Dinero.
Fuente: Forbes México Por: Wolfgang Erhardt / Twitter: @WolfgangErhardt
Publicado por: TuDecides.com.mx
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