El reloj inteligente con ADN suizo

Periodistas internacionales visiblemente inquietos esperamos en una sala de la torre LVMH en la Gran Manzana. Es un momento histórico. Sobre el escenario Jean-Claude Biver, CEO de TAG Heuer (1860) y presidente de la división Relojería del Grupo LVMH, junto con Brian Krzanich, CEO de Intel Corporation, y David Singleton, vicepresidente de Ingeniería para Android en Google, miran con palpable cara de satisfacción al escogido público. El reloj TAG Heuer Connected con Intel Inside ve la luz en presencia del magnate del lujo Bernard Arnault.

“Nos llena de orgullo presentar el primer reloj inteligente, que es un medio de enlace no sólo con el futuro, sino también con la eternidad”, proclamó Biver. Mientras, Krzanich hizo hincapié en la tecnología, por supuesto. “Hemos creado un producto de gran belleza, inteligente y funcional que armoniza las innovaciones informáticas más recientes con más de un siglo de experiencia en materia de relojería”.

Singleton puntualizó: “Desde el buscador de Google hasta los relojes inteligentes, Google proporciona al usuario la información adecuada en el momento y lugar precisos. Android es nuestra manera de acercar esta experiencia útil a dispositivos de todo el mundo. TAG Heuer Connected funciona con Android Wear, es un reloj de lujo de gran belleza y extremadamente útil”.

Durante la presentación en Nueva York, Biver señaló que se trata de un reloj eterno, aunque la vida de un dispositivo se estima en 10 años. “Un consumidor medio entiende fácilmente que la tecnología quedará obsoleta. Muchos ya han experimentado esto con su teléfono. Al mismo tiempo, sabe que el reloj del Big Ben de Londres o el de la iglesia de Nôtre Dame de París tiene más de 100 años de antigüedad y se encuentra todavía en servicio. Entender esto ayudará al consumidor medio a captar la diferencia entre el arte, que es eterno, como las obras de Picasso o la música de Mozart, y la tecnología, que quedará obsoleta y necesita ser reemplazada”.

Cuando le preguntamos por qué eligió Android Wear como el sistema operativo responde que hay dos sistemas que comparten casi el 100% de los wearables: uno de ellos es el IOS de Apple (en torno al 27% del mercado) y el otro es de Google (Android Wear) con más del 60% del mercado. “Dado que no era posible la asociación con Apple, decidimos ir con el líder del mercado, que es Google”.

La firma suiza subraya: “la vanguardia es nuestra cultura y filosofía”. En la carrera por lograr una mayor cuota de mercado que los competidores crea relojes osados con un funcionamiento táctil. Jean-Claude Biver —carismático o visionario son algunas de las palabras usadas por sus allegados al describirlo— ha insuflado una energía inconfundible a la marca. Los modelos de 2015 presentaron una nueva dinámica en lo referente a plazos de entrega rápidos.

Los cuatro universos —arte, estilo de vida, deporte y tradición— se fortalecen mediante asociaciones con la Bundesliga, World Surf League y Big Wave Tour, Fórmula E de la FIA o el Gran Premio de Mónaco. Además, el protagonismo de rostros irreverentes es ya una constante: Cristiano Ronaldo, la it girl Cara Delevingne, el quarterback americano Tom Brady, los djs David Guetta y Martin Garrix, la superestrella del tenis Maria Sharapova, entre otros, reflejan los valores de fortaleza mental, actitud rebelde y ambición que se resumen en el eslogan #DontCrackUnderPressure.

¿El último en unirse? El piloto australiano Daniel Ricciardo, de Red Bull Racing Team. La asociación entre ambos comprenderá los roles de Reloj Oficial, Cronometrador Oficial, Team Performance Partner, además del auto del equipo oficialmente bautizado como Red Bull Racing-TAG Heuer RB12. Biver declaró este mes de marzo en Australia: “Es la primera vez que una marca de relojería se asocia de manera directa con una designación de F1. La Fórmula está profundamente enraizada en el ADN de TAG Heuer, y el Red Bull Racing es un joven, dinámico y decidido equipo, que encaja perfectamente con nosotros”.
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¿A la conquista de Latinoamérica?

“La firma se ha vendido al por menor en toda América Latina desde hace más de 20 años, lo que significa que hemos estado presentes en esta parte del mundo antes que nuestros competidores. Este enfoque estratégico nos ha dado una ventaja que todavía nos beneficia: ser líderes en el segmento de relojes de 1,000 a 5,000 dólares. Actualmente, estamos en el Top 2 o 3 como mejor marca, dependiendo del país”.

El enérgico directivo afirma orgulloso que los productos siempre han sido bien recibidos por los consumidores latinoamericanos, en gran medida porque son amantes de los coches y el ADN de TAG Heuer está ligado a las competencias de autos. “Estamos manteniendo estos lazos históricos a través de tres asociaciones importantes; Museo Fangio en Argentina, Carrera Panamericana en México y el Instituto Senna en Brasil”. Queda patente la importancia de la región latina para Biver. “Todo lo que necesitamos ahora son los factores económicos para que nuestros consumidores recuperen su poder de compra y el apetito por el lujo. La estabilización del tipo de cambio o el gobierno serán los principales factores desencadenantes para nuestro futuro”.

La firma relojera está invirtiendo fuertemente en retail, ya sea a través de boutiques o el modelo shop-in-shop. El ceo nos comenta que México tiene el mayor número de tiendas franquiciadas de la marca porque “son conocedores y amantes de los relojes. No sólo por el estilo de las piezas, sino también  por su mecanismo. De hecho, vendemos más relojes automáticos que de cuarzo en este país”. Por la situación estratégica de nuestra nación y la devoción de los consumidores, Biver ha elegido este mercado para lanzar en 2016 el Connected Watch para la región latinoamericana. ¿Estamos preparados para un reloj eterno?

Un cronógrafo que sacudirá las bases relojeras

Baselworld ha sido un cronógrafo automático con un tourbillon volante de titanio y carbono, el TAG Heuer Carrera Heuer-02T. Se trata de un nuevo capítulo de la línea iniciada hace menos de un año con el TAG Heuer Carrera Heuer-01 que se adapta a la nueva política de la casa relojera de ofrecer un nuevo segmento de alta relojería a precios asequibles: es el único cronógrafo automático de la industria suiza que se sitúa por debajo de los 15,000 dólares, aunque dentro de la feria se presentó también una edición limitada de 250 unidades numeradas: la versión Black Phantom, con un precio de casi 20,500 dólares.

Todo el trabajo de montaje, ensamblaje y ajuste de ambos modelos se realiza manualmente —el tourbillon, cuyas partes centrales son de titanio y la superior de carbono, ha sido fabricado a mano por cuatro relojeros— y cada modelo se ha sometido a un protocolo de un total de 21 días de pruebas. Cada movimiento ha sido certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), que garantiza una precisión cronométrica llevada al más alto nivel de exigencia. Su principal desafío técnico ha consistido en alojar en un único cubo las funciones del cronógrafo, el mecanismo de cuerda automática y el toubillon volante en un diámetro de 32 milímetros con una separación máxima de sus contadores para ofrecer un equilibrio visual y moderno.

No es el único lanzamiento con el que TAG Heuer quiere revolucionar la industria relojera en 2016. Tal y como nos reveló en exclusiva Guy Sémon, director general de la marca, durante la pasada edición de Baselworld, TAG Heuer tiene previsto presentar una novedad que, según sus palabras, “marcará un antes y un después” el próximo mes de octubre tanto a nivel técnico como en términos de precio. “Una innovación que reinventará el mercado”, afirmó.
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El talento de Mr. Biver

TAG Heuer inventó el piñón oscilante en 1887, el primer cronógrafo con una precisión de centésimas de segundo en 1916, el primer cronógrafo que viajó al espacio en la muñeca del astronauta americano John Glenn en febrero de 1962, el Heuer Carrera en 1963 y el Monaco V4 en 2004 y el TAG Heuer Carrera Mikropendulum en 2013, con el primer cronógrafo magnético.

En Baselworld 2016 presentó el nuevo Carrera Heuer 02 Tourbillon. “Tiene un certificado COSC, cronógrafo automático combinado con un tourbillon de titanio y carbono a un precio muy competitivo, menor a los 15,000 francos suizos”. Para liderar una marca con tanto carácter hacía falta un visionario aún con más carácter. Aquí un extracto de nuestra conversación con Mr. Biver.

¿Qué se necesita para ser un alto directivo en esta industria?

En primer lugar, verdadera pasión por la relojería. En segundo, un profundo conocimiento del producto. El resto son las cualidades habituales de un ceo: ser capaz de aprender, escuchar, saber cambiar de perspectiva y, sobre todo, tener el valor de poner en práctica las ideas sin miedo a equivocarse.

¿El momento más difícil y el más exitoso de tu carrera?

El más difícil fue cuando tuve que decidir si hacerme cargo o no del puesto de ceo de TAG Heuer el 10 de diciembre de 2014. Ya tenía más de 65 años y no esperaba tener que construir una marca de la A a la Z. Unas semanas más tarde me di cuenta, gracias a la historia de la marca y a algunas personas brillantes, que esta decisión fue la más acertada.

¿Qué le falta al Connected Watch para ser perfecto?

Será perfecto el día que la batería tenga una duración de, al menos, una semana. Y cuando el reloj sea independiente del teléfono para la mayoría de las operaciones.

¿Cuál es tu visión de la industria?

En el futuro tendremos dos caminos: la “eternidad en una caja” con la mecánica clásica de la alta relojería y la alta tecnología con el reloj conectado.

¿Qué reto tienes en mente fuera de este negocio?

Mi mayor reto es retirarme en 10 años dejando tras de mí el mejor equipo en cada marca del grupo.

Fuente: http://www.forbes.com.mx / Por: Raquel Azpiroz.