¿Te vas a casar? Estás a punto de entrar en una de las etapas más memorables de tu vida. Aunque planear tu boda es una experiencia hermosa, no todo es miel sobre hojuelas. Más allá de los nervios y el estrés, mientras llega el gran día pasan algunas cosas de las que nadie te advierte. Te decimos cuáles son para que no te tomen desprevenida.
Dudarás
En algún punto te preguntarás si realmente estás lista para dar un paso tan importante en tu vida. Esto nos pasa a todas, así que deja de culpabilizarte y asegúrate de que estés lista para continuar el camino.
Sentirás que no podrás con todo
Te sentirás abrumada con tantos pendientes, tanto que en algún momento querrás olvidarte de todo. Pero con ayuda de tus seres queridos y de tu pareja, este sentimiento desaparecerá y todo podrá fluir.
Te darás cuenta de con quiénes puedes contar
Sabrás quiénes se interesan verdaderamente por ti; estas personas te ofrecerán apoyo incondicional y estarán contigo en todas las decisiones que tomes.
Disfrutarás la planeación
Si estás segura de que quieres casarte y planeas tu boda con tiempo suficiente, podrás saborear cada instante de la organización. Adorarás ir a elegir flores, probarte vestidos en compañía de tu madre, buscar salones con tu pareja, hacer la prueba de comida…
Te romperás la cabeza organizando las mesas
Sin duda, uno de tus mayores dolores de cabeza será cómo sentar a los invitados de tu boda. Habrá personas que sabrás perfectamente en qué mesa poner, pero otras que no tendrás ni idea.
No podrás quedar bien con todos
Esto es algo que deberás tener presente si quieres evitar sentirte culpable: no podrás invitar a todas las personas del mundo ni complacer a todos con tus elecciones. Invita a quien quieras que comparta este momento tan especial y haz las elecciones que a ti más te gusten.
Conocerás más a tu futuro esposo
Quizá tu pareja no quiera involucrarse nada en el proceso y te sientas poco apoyada. Por otro lado, si se muestra dispuesta a colaborar y está igual de involucrada en la boda que tú, sabrás que ahí estará en los momentos difíciles.
Todos querrán "meter su cuchara"
Así es: tu madre, tu suegra, tus tías y tu abuela querrán opinar sobre cómo deberá ser tu boda. Si dejas que tomen decisiones por ti, te arriesgarás a que ellas tengan la boda de sus sueños, no tú. Escúchalas, pero la que deberá tomar las decisiones serás tú.
Gastarás mucho más de lo que tienes pensado
Al final, terminarás gastando más de lo que establecía tu presupuesto. Para evitar que esto te afecte demasiado, contempla un presupuesto para gastos de última hora.
En tu noche de bodas sólo querrás dormir
Difícilmente tu noche de bodas será una velada romántica y sensual, tal como en las películas. Lo más seguro es que ambos lleguen cansadísimos de la boda y lo único que quieran hacer es dormir.
Fuente: www.nupciasmagazine.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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