El color, más allá de sus propiedades inherentes, es un elemento simbólico que afecta en cada instante a nuestros sentidos, determinando en gran medida la percepción sobre un objeto, una imagen e incluso una persona.
En el ámbito empresarial, la psicología del color es ampliamente conocida y utilizada en producciones publicitarias y diseño de imagen corporativa (logos, papelería etc.), sin embargo es poco común aplicar estas teorías a nivel personal.
A continuación te presentamos una breve guía del significado de algunos colores, en qué situaciones es recomendable usar cada uno, cómo sacar ventaja de una situación a través de nuestra imagen en el mundo laboral o para internarse en él:
Blanco: este color simboliza pureza, limpieza y frescura, tendencia hacia el futuro. Tiene como desventaja estar asociado a cuestiones médicas y puede proyectar frialdad. Es recomendable usarlo para crear contrastes cuando se trata de proyectos de autoridad. Hay que evitar usarlo de noche.
Negro: es sinónimo de lo formal, sofisticado y fuerte. Simboliza autoridad, poder, misterio y lealtad. Sin embargo también se asocia a lo distante, impositivo y lúgubre. Se usa para mantener cierta distancia con la gente. Es el color ideal para utilizar en la noche, en eventos de alto protocolo, negocios u ocasiones formales. Hay que evitarlo en presencia de jóvenes y niños, en eventos de día y en apariciones en la televisión.
Gris: tiene como atributos ser símbolo de respeto, neutralidad y balance. No obstante es un color que refleja lo engañoso, incierto, que no toma riesgos. Por lo general, se emplea para dar un toque profesional e inteligente en los negocios, para proyectar creatividad al ser combinado con colores brillantes, para proyectar sobriedad, seriedad y actitud. No es recomendable usarlo cuando se quiere destacar o cuando es necesario tomar decisiones vitales para sacar adelante un proyecto.
Azul: alude a la tranquilidad, paz, lógica, razón, confianza, orden, seguridad, inteligencia y sensatez. Como aspecto negativo únicamente destaca el que se le asocia con lo conservador y predecible. Se destina para proyectar autoridad cuando es muy obscuro. En tonos medios, ayuda a inspirar confianza.
Café: simboliza lo cálido, accesible, pasivo, hogareño y dulce. Sin embargo es un color poco atrevido y sofisticado, por lo que puede resultar aburrido. Se debe evitar cuando se desea proyectar autoridad y eficiencia. No es recomendable utilizarlo en eventos.
Amarillo: es representativo de alegría, esperanza, dinamismo, inteligencia, sabiduría y desinhibición. Por otro lado, simboliza lo impulsivo, volátil e individualista. Recomendado para usarse en actividades al aire libre, en situaciones que no requieran reflejar autoridad y responsabilidad. Hay que evitarlo en situaciones de negociación, cuando se quiere dar algún consejo u orden y en reuniones de negocios.
Naranja: asociado a la vitalidad, diversión, entusiasmo, desinhibición y sociabilidad, se considera el color menos ejecutivo, por lo que sólo es recomendable en dosis moderadas. Es característico también de lo superficial, es poco elegante e incentiva el hambre y la ansiedad.
Ahora que ya conoces los significados de los colores será más fácil elegir la vestimenta adecuada. No obstante, te sugerimos que tomes en cuenta también el giro de la empresa, su filosofía y el puesto deseado u ocupado.. Es muy recomendable utilizar una vestimenta formal o semi-formal acorde con la personalidad de cada quien y respetando siempre el código de vestimenta de la organización.
Antes de asistir a una entrevista, una junta de trabajo, un evento o simplemente presentarte a trabajar cuestiónate ¿cómo puedo generar la mejor imagen de mí como profesional?
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Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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