A continuación, te compartimos tres puntos que consideramos importantes para minimizar su riesgo.

1. Cultura de control interno

La importancia de generar un buen control interno. Este control debe realizarse independientemente del tamaño de la organización, además de generar una cultura que brinde valor agregado día con día.

El control interno, además de ayudarnos a salvaguardar los activos de la empresa, nos dará una seguridad razonable de: efectividad y eficiencia de las operaciones, la confiabilidad de la información financiera para la toma de decisiones y el acatamiento de las leyes y regulaciones aplicables. A continuación, te proporcionamos los pasos a seguir en la implantación de un control interno:

Definir misión, visión, objetivos y valores Todo negocio al iniciar debe tener un motivo de existir, un camino que seguir y las pautas o directrices que le permitirán definir y conservar su identidad.

Misión: Debe establecerse el motivo por el cual existe la empresa, sus características y la forma en que se involucra con tu clientela, sociedad y con los propios empleados Visión: Este punto implica ponerse metas y declararlas. Sirve para definir el rumbo del negocio y hacia dónde se dirigirán tus esfuerzos Objetivos: Sirven de punto de referencia para evaluar el éxito o fracaso de todos los procesos que tiene tu negocio Valores: En este estatuto se declaran las virtudes con que cuenta la empresa, por supuesto, ésta está integrada de personas que tienen las mismas características. Es importante que las tengan para que puedan transmitirlas hacia las estrategias y resultados finales. Elaborar un organigrama No interesa el tamaño de la organización, lo importante en este punto es identificar las funciones de todo el personal con el fin de conocer y controlar las actividades.

Elaborar políticas y procedimientos Proporciona un parámetro con una serie de acciones que deberán seguir todos los miembros de la organización. Estas políticas también deben estar encaminadas al cumplimiento de los objetivos de la organización.

2. Tercerizar

En la práctica, cada empresa hace varias actividades pero es necesario identificar cuáles son las que conviene realizar internamente y cuáles son mejor tercerizar en tu emprendimiento, dicho de otra manera, en qué circunstancias es mejor comprar que hacer.

La tercerización es una práctica que ha ido creciendo en los últimos años, la cual se ha ido generalizando exitosamente para actividades periféricas (limpieza, mantenimiento, transporte).

3. Buscar Asesoría

Obtener asesoría de un experto permite identificar y solucionar problemas, ayudando a que la organización genere valor agregado.

El apoyo del Contador Público como asesor de negocios, ha sido muy bien aceptado en el campo empresaria, pero hay que considerar que éste tenga la Certificación Profesional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), o bien, con la Certificación por Disciplinas que cuenta con el beneplácito del Director General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que a su vez es reconocida y avalada por los siguientes organismos:

Academia Mexicana de Costos y Gestión.- Certificación en Costos Academia de Estudios Fiscales de la Contaduría Pública.- Certificación en Fiscal Auditoría Superior de la Federación.- Certificación en Contabilidad y Auditoría Gubernamental Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.- Certificación en Finanzas

*El autor es Vicepresidente de la Comisión de Desarrollo – Sur de Auditoría del Colegio de Contadores Públicos de México.
**La autora es Integrante de la Comisión de Desarrollo – Sur de Auditoría del Colegio de Contadores Públicos de México.

Fuente:  http://elempresario.mx