¿Cuánto debe subir el salario mínimo para vivir con dignidad?

Cifras recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que, al primer trimestre de este año, 57.7% de la población ocupada del país gana menos de un sueldo mínimo, es decir, que sus ingresos mensuales no superan los mil 800 pesos.

Asimismo, 16.89% de los trabajadores mexicanos se ubica en el rango de entre tres y cinco salarios; y sólo 8.47% supera ese rango, lo que para el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, responde el por qué de la insatisfacción que existe respecto al nivel de ingresos. Aunque aseguró que en la última década se ha logrado incrementar el poder adquisitivo.

¿Suficiente?
 
José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, afirmó a la prensa que si bien en la última década hubo una recuperación del poder adquisitivo, ésta tampoco es una cifra “digna de ser utilizada como muestra de que hay avance”.

Lo anterior se demuestra, quizá, en los cálculos realizados por el Observatorio del Salario Justo (OSJ) de la Universidad Iberoamericana de Puebla. Éstos indican que una familia mexicana, que cuenta con cuatro integrantes promedio, necesita alrededor de ocho mil pesos mensuales para absorber sus necesidades materiales, sociales, culturales y de educación.

Este monto se constituye de la siguiente manera:

Necesidades materiales
 
Para sostener los gastos alimenticios, de vivienda y vestimenta, las familias necesitan unos seis mil pesos al mes.

Necesidades sociales
 
Para cubrir estos gastos, que incluyen mobiliario y electrodomésticos, además de cuidados personales, se deben destinar alrededor de mil 400 pesos al mes.

Necesidades culturales
 
Para este ítem, que se refieren principalmente a educación, la OSJ destina entre 308 y 445 pesos.

Es decir, que el salario mínimo estaría lejos de ser el ideal.

Tema de "eficiencia"
 
Según Manuel Molano Ruiz, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), varias instituciones, entre ellas el OSJ, cometen un error llevando la discusión del salario mínimo a un juicio de valor como “justo-injusto”, en vez de llevarlo al plano de la eficiencia.

Para analizar la situación, primero -aseguró el economista- tenemos que preguntarnos si el salario es eficiente. “Me refiero a si el pago que recibe la gente a cambio de su trabajo es reflejo del valor que aporta al proceso productivo. Bajo esa definición, el salario como precio es eficiente. Y la razón por la cual los salarios son bajos en México es la baja productividad del trabajo”.

Lo anterior, se debería a una política educativa que no ha servido para que los mexicanos aporten más al proceso productivo y que, por tanto, ganen más.

“Subir el salario mínimo, como sugieren en el OSJ, solamente crearía una distorsión en el mercado laboral”, afirmó Molano Ruiz. “A la gente relativamente improductiva, que no puede aportar al proceso un valor equivalente a 8 mil pesos mensuales, los estarían haciendo artificialmente costosos”, destacó el experto.

Ese salario, además, haría más difícil para ese sector, encontrar un empleo.

Otro punto tiene relación con los cálculos realizados por algunas entidades, ya que, a diferencia de lo que indica el INEGI (que 57.7% de la población ocupada recibe menos de un sueldo), IMCO, a través de un documento denominado "Cómo facilitar el acceso al mercado laboral formal", indica que los hombres ganan en promedio tres mil 767 pesos mensuales, mientras que las mujeres reciben dos mil 875 pesos por su trabajo.

Tomando en cuenta estas cifras, “poner el salario en 8 mil, para gente relativamente improductiva, solamente crearía más problemas de desempleo, precarización del trabajo e informalidad económica”, explicó Molano.

Cómo obtener mejores ingresos
 
Más allá del tema salarial puesto en tela de juicio, en la actualidad, un asunto que -a juicio de Molano- sí puede ser más importante, es que en un país relativamente rico haya pobreza. “La pobreza se refiere al ‘ingreso’ y la ‘riqueza’ de las personas, no nada más a su salario. Hay otras maneras de ayudar a la gente a tener mejores ingresos”.

“Bienes públicos que verdaderamente sirvan para algo”
Como dice Jorge Castañeda en su nuevo libro: los mexicanos tenemos una tendencia a encontrar soluciones privadas a problemas que debería resolver el sector público. “Como nadie pavimenta mi calle, me junto con mis vecinos y yo lo hago, a un enorme costo, sin estar consciente que ya estoy pagando impuestos para que la calle esté pavimentada”, dice el director general adjunto de IMCO.

“Una política fiscal verdaderamente redistributiva”
Para Molano, los impuestos que se aplican en el país son “escandalosos” y no hay grandes posibilidades de deducciones fiscales. Al mismo tiempo, se dan grandes subsidios a la energía. “¿No valdría la pena quitar el freno y el acelerador a fondo al mismo tiempo, y solamente conducir con uno de los dos?”.

“Salud verdaderamente universal”
En la medida en que los costos de la seguridad social mexicana salgan de la nómina de las empresas, éstas estarán en condiciones de dar más empleos y mejor remunerados, lo que repercutiría también en la cantidad de empleos informales.

“Construir capacidades en la gente”
En la medida en que la gente pueda liberar su tiempo de cosas como pavimentar la calle, conseguir agua potable, o hacer trámites gubernamentales, podrá hacer otras cosas que ayudarán al ingreso per cápita de los mexicanos. Para Molano, “la política educativa implica que podamos sacar gente joven del mercado laboral para que estudie: darle una beca que no solamente cubra su colegiatura”. En otras palabras, que los estudiante destacados reciban dinero equivalente a lo que obtendrían si trabajasen, mientras están estudiando.

Fuente: www.altonivel.com.mx