Hace tres años, cuando Apple anunció que dejaba IBM y cambiaba a los chips Intel, ni siquiera Justin Rattner, director tecnológico de Intel, esperaba que la relación entre ambas compañías fuera tan fructífera. Rattner había sido advertido sobre la poca paciencia que Steve Jobs y su equipo tienen en cuanto a la investigación en laboratorio, Apple busca ideas audaces para crear productos en cuestión de meses, no años.
Rattner, no obstante, consiguió atraer la atención de los ejecutivos de Apple tras presentarles una serie de proyectos en los que trabajaban los científicos de Intel. La única exigencia: Apple quería la tecnología ya.
“Es algo intimidante, no estamos acostumbrados a trabajar tan rápido” explica Rattner. Y añade “Ellos nos dicen ‘Queremos hacer esto el próximo año’ y nosotros nos quedamos ‘¿Cómo...en un año?’ No estamos preparados para esa celeridad, pero una vez que superas ese escollo la experiencia es excitante porque realmente el plan se ejecuta. La MacBook Air es un buen ejemplo.”
En efecto, la laptop MacBook Air es la prueba que demuestra cuán bien trabajan en conjunto estos dos viejos enemigos. Cuando Jobs presentó la máquina en enero, muchos dudamos de ella, especialmente porque carecía de dos componentes comunes: unidad de DVD y batería desmontable. Pero la computadora ha sabido ganarse a los consumidores, y durante un año ha sido el ordenador más vendido en la tienda online de Apple. Algo que también enorgullece a Intel.
Pocos se hubieran imaginado hace algunos años que Intel y Apple se asociarían en un abrazo colaborativo. Después de todo, Intel y Microsoft siempre eran objeto de escarnio durante las presentaciones de Apple. Steve Jobs y su tropa demonizaban ambas compañías por su tecnología mediocre y poco elegante, además de rechazar los procesadores Intel por voluminosos.
Pero no todos creían que la enemistad entre ambas empresas duraría para siempre. Andy Neff, analista de Bear Stearns, predijo con acierto que Apple buscaría a Intel por su innovación y excelente historial de entregar los productos a tiempo. Y sucedió así.
La historia comenzó cuando Apple acudió a Intel con una petición especial: un paquete de chip pequeño y delgado, el tipo de componente que se necesitaría para armar una computadora inusualmente delgada. Apple no especificó para qué necesitaba el procesador, y los ingenieros de Intel pensaron inicialmente que no podrían ayudar. “Les dijimos algo así como ‘No tenemos eso’ o ‘Podríamos tenerlo dentro de 3 o 4 años’” recuerda Rattner.
Pero Intel pronto descubrió que la tecnología solicitada por Apple no estaba tan lejana. Años antes, sus investigadores habían inventado un chip similar en un paquete minúsculo, pero la idea fue descartada tras una tibia recepción de los ejecutivos. Así que sólo tuvieron que desempolvar el prototipo, “Teníamos el pequeño paquete de chip olvidado en la bodega” dice Rattner. En el lapso de un año, Intel actualizó el procesador para satisfacer las necesidades de Apple y lo produjo en masa.
¿Qué deparará el futuro para esta original sociedad? Rattner afirma que ambas compañías trabajan en proyectos “tan agresivos” como la MacBook Air, es decir, proyectos que suponen un reto tecnológico, de planeación y calendarización.
Fuente: cnnexpansion
Por: Jon Fortt
Publicado: 06:0020 de junio de 2008
Publicado por: TuDecides.com.mx
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