Pregunta a casi a cualquier persona si su compañía les permite utilizar cualquier herramienta para llevar a cabo su trabajo (ya sea de tipo digital o de otro tipo) y casi siempre la respuesta será un rotundo “no”.
Hoy en día, desde una perspectiva tecnológica, el consumidor promedio es mucho más hábil y preparado. Aparte de accesible, la tecnología se puede obtener cada vez más a un mejor precio.
La empresa está viviendo la llegada del “Shadow IT”. Al empleado corporativo le llegan cotidianamente todo tipo de herramientas –para no olvidar sus contraseñas, manejar sus pendientes o hasta para compartir fotos con la abuela–. Si se trata de herramientas fáciles, baratas y que logran su cometido, no faltará el empleado que vea en estas herramientas para sincronizar, compartir o intercambiar archivos, una opción factible para el trabajo. Aunque el jefe diga que algo “no está permitido”, o que se hable de “seguridad de la información” o de “políticas empresariales”, inevitablemente, a las personas lo que les interesa es hacer su trabajo, y la mayoría se aventuraría a utilizar una herramienta si consideran que se trata de algo que les ayudará a lograrlo… a pesar de que no sea una herramienta ‘oficialmente aprobada’ por el departamento de TI.
Muchos empleados sencillamente no entienden, si hay herramientas para el consumidor, gratuitas, que les ayudan en su ámbito personal, caray, ¿qué tanto daño le pueden hacer al negocio?, ¿si me sirven para organizar mis datos personales, por qué no los de la compañía?
Un artículo del sitio empresarial Business Insider, “China’s slow internet may be to blame for the biggest hack in the history of Apple’s App Store”, refiere al problema del internet fallido en China y como éste puede ser la causa de la mayor violación de datos jamás presentada en la historia de la tienda de Apple. Ese suceso me hizo reflexionar sobre la importancia que tiene que el director de sistemas y de informática estén siempre al tanto de cerrar la brecha entre la productividad y la seguridad de la información.
Contrario a lo que pueden pensar muchos empleados, el departamento de TI no siempre está negando solicitudes para usar nuevas herramientas, “porque sí” o “porque son muy caras”. Cuando se trata de seleccionar una herramienta de software para la empresa, uno de los factores clave debe constituir la investigación de los antecedentes de cada proveedor.
Para ello, planteamos a continuación una serie de preguntas:
- ¿Qué prácticas de seguridad emplea el propio proveedor para desarrollar su software?
- ¿Qué tipo de filtros y pruebas utilizan para contratar?
- ¿Cuenta el proveedor con un buen equipo interno de calidad y seguridad?
La mayoría de los proveedores de software empresarial hoy en día cuentan con respuestas afirmativas y sumamente extensas a las preguntas antes expuestas. Ahora, no se puede decir lo mismo de muchísimas de las aplicaciones gratuitas que se llegan a ofrecer en la tienda de aplicaciones dirigidas al consumidor.
Si una compañía como WeChat, una de las aplicaciones impactadas por el ataque antes mencionado en el artículo, hubiera contado con un proceso de desarrollo más estricto, sus clientes no estarían hoy en día ante el riesgo que están. Pero bueno, es necesario tomar en cuenta su mercado objetivo: WeChat desarrolló una aplicación con el objeto de permitir al usuario, “…chatear con amigos instantáneamente mediante mensajes de voz, textos o imágenes, así como formar grupos de conversaciones entre varios amigos”. Por su enfoque hacia el consumidor y sus contactos, ¿realmente se les puede exigir que su software tenga el rigor que requiere el director tecnológico de una gran compañía mundial?
Al trabajar en el espacio informático empresarial, a veces cuesta imaginar que estas herramientas de consumo – como las aplicaciones para chatear – sean herramientas que se usen en el ámbito empresarial. Este año, tuve el privilegio de visitar a unos clientes en Japón, de hecho, una de las instituciones financieras más importantes del mundo. Me quedé muy impactado al conocer que uno de sus directores de tecnología hablaba de sus necesidades en cuanto a prácticas de seguridad en el negocio de inversiones financieras y de la necesidad que tienen de asesorar a sus clientes porque ellos piden que se les manden documentos sumamente confidenciales a través de herramientas como mensajes instantáneos por chats que son para el consumidor.
Estos son riesgos reales que fácilmente podrían provocar importantes pérdidas de datos en una compañía. Son aplicaciones que cuando fueron inventadas, sus desarrolladores jamás consideraron que podrían tener un uso en el ámbito empresarial.
Lo mejor es colaborar con quienes estén encargados de la seguridad y la tecnología de la empresa. Ellos son los más calificados para recomendar herramientas que además de sencillas, sean seguras de utilizar. Así, la próxima vez que alguna aplicación para el consumidor aparezca en la tienda de aplicaciones de tu teléfono, con excelentes calificaciones y opiniones, no caigas en la tentación.
Recuerda que más que un beneficio, pueden resultar perjudiciales. ¿Valdrá eso la pena?
Fuente:www.mundoejecutivo.com.mx / TODD PARTRIDGE - Director de producto de Intralinks
Publicado por: TuDecides.com.mx
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