(CNNexpansión) Las celebraciones de fin de año y la llegada de los Reyes son dos fechas que suelen impactar de forma positiva el bolsillo de los mexicanos. Desde el primer mes del año y hasta marzo, los empleados podrían invertir más del 40% de su salario en pagar deudas y otros aspectos (servicios e impuestos), de acuerdo con un estudio de Banamex y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según el estudio, en el país existe una prioridad de cubrir necesidades inmediatas como alimento, vivienda y deudas. Tal situación es necesaria, el problema es carecer de una visión de mediano a largo plazo para organizar las finanzas.
Al parecer, el hábito del ahorro es casi nulo, no sólo por una escasa remuneración, sino porque en el 'chip' de los mexicanos esa cultura es lejana. Tres de cada diez personas gastan más de lo que ganan, según una encuesta sobre cultura financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
A estas alturas, "las personas ya usaron parte de su aguinaldo en la cena navideña, juguetes y otros artículos". Sin embargo, hay gastos pendientes, "como la colegiatura de inicio de año, así que muchos se ven en la necesidad de usar la tarjeta de crédito", señala el director de la licenciatura en Administración Financiera en el Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, Salvador Mondragón Sotelo.
Se tiene la costumbre, añade, de pagar hasta "que se cumpla el asunto", en fechas límite. Existe poca noción entre la población de programar los gastos a realizar durante el año. Se llega al grado de "no tener control sobre el dinero", ni asumir la importancia de contar con flujo en efectivo para lo más indispensable.
El mes va corriendo, y aunque tal vez "estén en puerta" pagos que absorban el aguinaldo restante (o de la quincena en curso), no es tarde para crear una estrategia que permita sacar mejor provecho de tu salario, llevar las cuentas al corriente, ahorrar (y más adelante invertir). Mondragón, también miembro del Colegio Nacional de Economistas, sugiere lo siguiente:
1. Busca opciones. Si la lista de deudas es amplía y este inicio de año planeas deshacerte de alguna de ellas, una alternativa son los préstamos. Averigua antes de comprometerte, en ocasiones la tasa de interés de los créditos personales (otorgados por instancias financieras) es menor a las ofertadas por tarjetas de crédito. Compara, organizaciones como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) tienen comparativos sobre los programas que ofrecen bancos comerciales y sociedades financieras de objeto limitado (Sofol).
2. Equilibra los pagos. El comienzo de año trae consigo gastos de predial, servicios como el agua e impuestos (sobre todo en profesionistas independientes que deben hacer sus pagos provisionales sin intervención del patrón). El Distrito Federal y otras entidades ofrecen descuentos en la cobertura, por adelantado, de ciertos aspectos. Aquí la clave es responder a la pregunta ¿cuál es la necesidad inmediata? Tal vez "me ahorré 7% en el predial" (o más si es fuera del DF) pero si yo sabía que mi deuda fuerte era otra, necesito hacer más eficiente el uso de recursos".
Mondragón aclara que, quizá, los descuentos valgan la pena, pero antes hay que definir el pago generador de más intereses y el tiempo para saldarlo. Con base en ello, evaluar si se debe o no tomar una promoción.
3. Saca números. Cada año existe la oportunidad de mejorar, es decir, analizar ¿cómo estás gastando tu salario? Una cosa es ser "generoso" con un capricho (que tal vez no podías tener) en diciembre, y otra seguir esa pauta el resto del año. Anota, en papel o a través de un software para crear presupuestos, qué porcentaje designas a alimentos, vivienda, educación, entretenimiento y otros (con respecto a ingreso menos impuestos). En función de ello, determina en cuál giro puedes ahorrar para, en un lapso de tiempo concreto, reasignar ese dinero a un plan de inversión.
Opciones hay para todos: desde un inversor conservador a quien le convendría evaluar un fondo o Cetes Directos, hasta uno más arriesgado (y con un monto de ahorro mayor) que se fija en las acciones, indica el director.
4. Mira al futuro. Una vez que reasignes los recursos y sepas cuál es el remanente del que dispones, planea. Piensa en los gastos que tendrás y deseas para este año, por ejemplo, comprar otro refrigerador. Sigue la fórmula de: quiero + de cuánto dispongo + en qué situación financiera me deja esa compra.
A veces, aunque la gente desee disciplinarse y ahorrar, el problema es que desconoce las herramientas con que cuenta para hacerlo, y piensa: "si lo que tengo en una cuenta (en banco) no me paga nada entonces lo gasto". La recomendación es buscar quién te oriente en el tema, los asesores no son exclusivos de quienes manejan grandes cantidades económicas.
5. Rompe con el pensamiento "cortoplacista". Es importante entender ¿cómo voy a financiar (después) tal deuda? Es cuestión de actitud, afirma, existe quien piensa: "Cómo tengo un nivel de ingreso muy bajo no puedo hacer ahorro, o no hay opciones", eso debe cambiar si se quiere tener finanzas más sanas.
El especialista reconoce que en ese tema también debería existir más participación de otras figuras, como las autoridades. El país, puntualiza, enfrenta problemas graves como la carencia de un programa fuerte de salud, donde participe el Gobierno y las aseguradoras. Así, la gente al no tener acceso a servicios, en el momento necesario, debe ir desembolsando en estas cuestiones, que suelen descontrolar los presupuestos.
¿Cómo distribuyen su dinero los mexicanos?
40% de ingresos de las familias se destina al pago de deudas.
18% se va en comida
11% a vivienda
9% a educación.
Fuente: CNNexpansión -UNAM-Banamex. / Por: Ivonne Vargas Hernández
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