El teletrabajo, o como se le conoce coloquialmente home office, es un modelo deseable para las empresas que quieren contribuir con su entorno, que buscan propiciar ahorros, procurar el bienestar de sus colaboradores y por ende, su productividad.
Para la doctora en Psicología, María Angelina Arreola, quien también es directora del Centro de Estudios Organizacionales del Tecnológico de Monterrey, el teletrabajo constituye una visión ecológica del mismo y es la forma que tienen las empresas de aportar ante la saturación de movilidad que existe en las grandes ciudades.
“Sin embargo, la circunstancia detonada por el Covid-19 nos orilló a implementarlo, de manera inmediata, sin que las empresas tuvieran la oportunidad de propiciar las condiciones adecuadas para los trabajadores.”
De acuerdo con una encuesta realizada por Inmuebles24, el 62% de las personas cuentan con un lugar designado específicamente para trabajar en casa. Mientras que, del 38% que señaló no contar con un espacio en casa para realizar labores del trabajo, el 60% dijo que se instala en el comedor, el 16% en su recámara y el 19% en la sala. Existe un 4% que trabaja sobre su cama.
Trabajadores, entre dos culturas empresariales
Asimismo, comenta María Angelina Arreola, hay que entender que en México existen dos culturas empresariales: la de las multinacionales y la de las Pequeñas y medianas empresas (Pymes); quienes muchas veces, pierden perspectiva ante la necesidad de resolver el día a día.
La experta en gestión del cambio y psicología organizacional afirma que el teletrabajo tiene que ser conceptualizado de manera distinta en cada una de estas dos culturas empresariales. “No es posible generalizar.”
La regulación que nadie sigue
Si bien, en México existe una regulación en torno al teletrabajo, una ley que fue publicada en junio del año pasado por el Senado de la República y que modifica el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo; aún falta establecer una normativa que contemple tiempos y espacios a través de la cual se impulse el modelo.
No obstante, comenta María Angelina Arreola, “a los pequeños y medianos empresarios todavía les cuesta entender que el teletrabajo se puede implementar de manera exitosa. En ese tema estamos un poco pues aún existen muchos prejuicios. ”
Y “estamos hablando de 4 millones de Pequeñas y medianas empresas, que generan más del 70% del empleo; son quienes mueven la economía de nuestro país y los principales empleadores.”
Por otro lado están las culturas empresariales de las multinacionales, donde ya es un hecho y no hay prejuicios tan marcados; porque ya se ha demostrado a nivel internacional que el teletrabajo aporta.
Lo más importante es entender que las cosas no son blanco o negro y siempre ante una nueva situación implica corresponsabilidades entre empresarios, trabajadores y gobiernos, concluye la especialista.
El deber ser del teletrabajo
- Empleador propicia las condiciones y garantiza las herramientas de trabajo como el internet, además de un espacio adecuado.
- No es full time como lo ejecutamos en la actualidad, sino que se lleva a cabo uno, dos o tres días a la semana.
- La empresa establece claramente los objetivos, lo que espera de sus colaboradores y los mecanismos para evaluar el desempeño.
- Se realiza una retroalimentación continua, de la mano del trabajador donde se evalúen los procesos.
- El empleador debe tener una visión holística del teletrabajo donde se entienda el ahorro de la empresa y el gasto que realiza el trabajador.
Fuente: mundoejecutivo.com.mx / Por: Edna Odette González
Publicado por: TuDecides.com.mx
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